Estados Unidos alcanzó este domingo la cifra de 115.706 muertos y 2.091.348 casos confirmados de la COVID-19, mientras varios estados de Estados Unidos reportaron cifras récord de nuevos casos de coronavirus y hospitalizaciones
Este recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins incluye 436 nuevos decesos y 22.141 contagios en las últimas 24 horas.. El estado de Nueva York se mantiene como la zona de EE.UU. más castigada desde el inicio de la pandemia, con 383.324 casos confirmados y 30.825 fallecidos.
Las alarmas se encendieron por varios estados del país que apenas habían sufrido el impacto de la COVID-19 ahora están experimentando altas tasas de infecciones. En concreto, en la última semana las cifras de nuevos casos han vuelto a dispararse en más de un tercio de los 50 estados del país: Alaska, Arizona, Arkansas, Carolina del Norte y del Sur, Dakota del Norte y del Sur, Florida, Georgia, Haeai, Kentucky, Michigan, Nevada, Nuevo México, Oklahoma, Oregón, Utah, Vermont y Washington.
Por ejemplo, Texas y Florida, dos de los estados más poblados, registraron esta semana cifras récord. Texas, que evitó los contagios al comienzo de la pandemia y fue uno de los primeros estados en reabrir su economía, tuvo más de 2.000 nuevos contagios tanto el miércoles como el jueves, lo que supone la cifra más alta hasta ahora.
En total, en Texas se han registrado 87.739 contagios y 1.983 muertes; mientras que las zonas donde se está propagando el virus más rápidamente son condados que incluyen a las ciudades de Houston y Dallas con 16.568 y 13.930 casos, respectivamente.
Entretanto, Florida registró más de mil nuevos casos cada día desde el martes y, entre el viernes y el sábado acumuló 2.581 contagios más, el mayor aumento diario desde el 1 de marzo. Desde que comenzó la pandemia, 75.568 personas se han contagiado en Florida y 2.931 han perdido la vida.
Los expertos médicos han atribuido muchos de esos incrementos a la reapertura de la economía de algunos estados coincidiendo con el Memorial Day, que tradicionalmente da inicio a la temporada de verano en EE.UU. Una multitud paseó por Venice Beach, en California durante el fin de semana largo del 23 de mayo
Quizás lo más preocupante para las autoridades sanitarias en muchos de estos estados es que también están viendo hospitalizaciones récord, una medición que no se ve afectada por el aumento de los exámenes.
Arkansas, Carolina del Norte, Texas y Utah mostraron cifras récord de pacientes admitidos en hospitales el sábado. En Carolina del Sur, entre un 69% a un 77% de las camas de hospital están ocupadas, dependiendo de la región.
Los temores de que se esté dando una segunda ola de infecciones -o de que los estados no hayan logrado detener la primera ola- llevaron a autoridades sanitarias a pedir al público que utilice mascarillas y evite las reuniones multitudinarias.
El actual balance provisional de fallecidos -115.706- ha superado ya la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas previsiones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque en sus últimos cálculos auguró ya hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, este viernes, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) actualizaron sus pronósticos y, ahora, estiman que entre 124.000 y 140.000 personas podrían morir por el virus antes del 4 de julio. /Con información de EFE y Reuters