Venezuela registró esta semana numerosas manifestaciones se han cobrado la vida de un joven en el estado Bolívar y han causado un número indeterminado de personas heridas o detenidas así como de comercios saqueados.
Estas protestas se suscitan en medio de un estado de alarma decretado por Nicolás Maduro, que obliga a los ciudadanos a estar confinados en sus hogares para evitar la propagación de la COVID-19, una pandemia que hasta ahora ha infectado a 318 personas en el país, 10 de las cuales fallecieron.
Sin embargo, cientos de manifestantes en al menos cinco estados de Venezuela han salido a las calles para denunciar la falta de comida, o las fallas en el suministro de electricidad, agua potable, Internet o gasolina.
Saqueos en Maturín
Varios comercios fueron saqueados este viernes en la ciudad de Maturín, capital del estado Monagas, y otro número no precisado de personas resultaron heridas o fueron arrestadas por los cuerpos de seguridad que trataron de restaurar el orden en esa región del noreste.
El diputado José Antonio Mendoza, representante de esa entidad en el Parlamento venezolano, dijo a la agencia de noticias EFE que en Monagas “hay una situación de hambre y de necesidad” que ha animado estas protestas y hechos vandálicos.
“Es realmente crítico, la crisis social se agudiza porque el venezolano no tiene para cubrir el día a día”, dijo al recordar que la mayoría de los venezolanos devenga menos de 10 dólares al mes, mientras que la cesta de alimentos básicos cuesta cerca de 400 dólares.
Mendoza explicó que cinco localidades del estado Monagas han registrado protestas esta semana y al menos dos han terminado en saqueos, lo que ha generado un número indeterminado de detenidos.
Araya, donde comenzó todo
Decenas de fotografías y videos circularon el pasado lunes en las redes sociales, en las que se daba cuenta de una protesta de pescadores en la localidad de Araya, en el estado Sucre, debido principalmente a la falta de gasolina, un problema que aqueja a toda la geografía del país con las mayores reservas probadas de petróleo.
Si bien la protesta incluyó el uso de barricadas y la vociferación de consignas antigubernamentales, esta fue dispersada sin que se conocieran daños a personas.
Los puertos de la localidad se encuentran ahora custodiados por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), de acuerdo a lo que informó el gobernador de esa entidad federal, el chavista Edwin Rojas.
Dos días después de Araya, en el poblado de Cumanacoa, también en Sucre, otros cientos de manifestantes decidieron protestar en la calle, algunos usando mascarillas, pero esta vez el reclamo se tornó violento y acabó con varios comercios saqueados y al menos siete personas heridas.
El diputado Robert Alcalá, representante de esa región en el Parlamento venezolano, indicó que entre los heridos se encontraban dos menores de edad.
La protesta continúa
Varias organizaciones no gubernamentales y dirigentes de la oposición venezolana informaron de la proliferación de pequeñas manifestaciones en otros estados como Aragua (norte) y Mérida (oeste) en la que los ciudadanos reclaman al régimen de Nicolás Maduro por varios problemas.
Algunas de estas manifestaciones han sido dispersadas por los cuerpos de seguridad, que han usado para ello gases lacrimógenos, sin que hasta ahora la Fiscalía confirmase alguna información, por lo que se desconoce si está investigando algunos de estos hechos.
El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países, fue el principal difusor de estos reclamos a través de las redes sociales, en las que ha advertido que en medio de la pandemia se ha “agravado la crisis por el hambre y el desespero” entre los ciudadanos.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) contabilizó 580 protestas en marzo e incluye entre las principales razones la falta de agua, un líquido necesario para cumplir con las recomendaciones de higiene que evitan la propagación de la COVID-19.
El régimen instaló contenedores de carga en la autopista Caracas-La Guaira para bloquear la vía. Se trata de la misma estrategia que llevó a cabo en febrero del año pasado cuando impidió el ingreso de ayuda humanitaria al país.
El coordinador especial de Seguridad e Inteligencia de Venezuela en Estados Unidos, Iván Simonovis, manifestó que se trata de una “acción desesperada” del régimen. “Maduro bloquea lo que quieras, lo que va a pasar es indetenible”, expresó.
Si bien se desconoce la razón por la que el chavismo cerró el acceso a la capital, se especuló con que se trataría de una acción “a fin de proteger a Nicolas Maduro ante una eventual invasión internacional”.
De acuerdo a la periodista Ibeyise Pacheco, el llamado “Plan Damasco” consiste en que solo el personal de confianza de Maduro tenga acceso a Caracas y explicó que dicha operación fue propuesta por Tareck El Aissami en 2018.
“El Plan Damasco o como se llame de cerrar todo acceso a Caracas es síndrome de miedo pero no se dan cuenta que al encerrarnos se hacen más vulnerables. ¿Hasta cuándo quieren convertirnos en Siria? Basta ya, no podrán detener la furia del resto del país”, expresó el abogado Emilio Figueredo.
En tanto, la periodista Amy Torres informó que la colocación de los contenedores “no obedeció a ejercicios militares” y que “se trata de la puesta en marcha del Plan de Movilidad y Contramovilidad ordenado por Gustavo Romero Matamoros, comandante de la ZODI”. (Con información de EFE)