El gobierno de Donald Trump está a punto de anunciar que los Estados Unidos desplegarán buques de guerra cerca de las costas de Venezuela para mejorar las operaciones antinarcóticos en el Caribe tras acusar de “narcoterrorismo” al dictador Nicolás Maduro, según confirmaron a la agencia AP tres personas familiarizadas con la situación.
La misión es parte del compromiso anunciado por Estados Unidos de mejorar las operaciones antidrogas en el hemisferio. Sin embargo, adquirió mayor urgencia después de la acusación de la semana pasada a Maduro y a los miembros de su círculo íntimo y militar. El Departamento de Justicia norteamericano los acusa de liderar una conspiración narcoterrorista responsable del contrabando de 250 toneladas métricas de cocaína al año en los Estados Unidos.
Esta nueva maniobra del gobierno de Trump contra el régimen chavista también se produce en momentos en que Maduro intensifica los ataques y persecución al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó. Tarek William Saab, fiscal general de la dictadura, citó a Guaidó a declarar este jueves como parte de una investigación sobre un supuesto intento de golpe de Estado. El presidente de la Asamblea Nacional (AN), no obstante, adelantó que no acudirá a la fiscalía: “No tiene mucho sentido (la citación) cuando (William Saab) ni siquiera tiene funciones (…) Además, mis prerrogativas constitucionales como presidente del Parlamento y presidente encargado no le dan ninguna función (a Saab), y mucho menos a un usurpador para citarme”.
Esto puede aumentar las probabilidades de que la dictadura decida arrestar a Guaidó, algo que ha evitado desde que asumió como presidente interino. Estados Unidos ha insistido durante mucho tiempo que no tolerarán ningún daño contra el líder opositor.
El dictador Maduro repudió la oferta que realizó la administración Trump de una recompensa de 15 millones de dólares a quien brinde información que permita el arresto del líder chavista. El mandatario venezolano calificó la maniobra como la de un “vaquero racista”, y acusó al jefe de Estado norteamericano de intentar apoderarse de las vastas reservas de petróleo de Venezuela.
El Departamento de Estado ha manifestado en repetidas oportunidades sus acusaciones contra las presuntas actividades criminales del chavismo. En los últimos días, el régimen había reclamado el levantamiento de sanciones que pesan sobre la economía venezolana, en el marco de la pandemia de coronavirus, pero Estados Unidos no parece dar su brazo a torcer.
Este martes, apenas unos días después del anuncio del Departamento de Justicia, Estados Unidos propuso plan de “transición democrática” para Venezuela, instando a Guaidó y Maduro que se hagan a un lado temporalmente. El líder opositor aceptó la propuesta, pero la dictadura la rechazó de plano, asegurando que “no acepta, ni aceptará jamás tutelaje alguno, de ningún gobierno extranjero”.
Estados Unidos reiteró en varias oportunidades que todas las opciones están sobre la mesa para que Maduro abandone el poder.
El envío de barcos encaja en un antiguo llamamiento del Comando Sur de los Estados Unidos para obtener activos adicionales para combatir los crecientes antinarcóticos y otras amenazas a la seguridad en el hemisferio. En enero, otro buque de la Armada, el USS Detroit, llevó a cabo operaciones de libertad de navegación frente a la costa de Venezuela en una muestra de presión contra Maduro. Con información de AP