La administración de Albin Kurti, que estaba al frente del ejecutivo desde hacía menos de dos meses, recibió una moción de censura
El gobierno de coalición que dirigía Kosovo desde hacía menos de dos meses cayó este miércoles por un voto de censura, hecho que representó el desenlace de una lucha interna que, de esta manera, priva al territorio de un Ejecutivo en medio de la pandemia global de coronavirus.
La moción de censura fue presentada por el LDK, partido minoritario de la coalición gubernamental que lideraba el primer ministro Albin Kurti, líder del partido nacionalista de izquierda Vetevendosje y que había llegado al poder con la promesa de poner fin al reinado de las élites acusadas de corrupción.
Después de 12 horas de debate, la moción de censura presentada por la LDK de centro-derecha logró 82 votos de 120.
Desde hace días, muchos habitantes de la antigua provincia serbia llevan a cabo cacerolazos en los balcones para protestar contra la crisis política. A ella se le suma la incertidumbre sanitaria, considerando que el sistema carece de recursos básicos para enfrentar con efectividad la pandemia global que a la madrugada del jueves (GMT) registra más de 468.000 infectados y casi 21.200 muertes.
En la apertura de la sesión que derivó en la moción, un manifestante desafió el toque de queda decretado por el coronavirus para desplegar una pancarta frente al parlamento en la que se leía: “La pandemia más peligrosa para Kosovo es la política. ¡Son una vergüenza!”.
El primer ministro y sus partidarios afirman ser víctimas de las maniobras del presidente Hashim Thaci, un exguerrillero y figura central de la política kosovar desde la guerra de independencia de 1998-99.
Los veteranos de la independencia del PDK salieron derrotados en las elecciones legislativas de octubre, pero el mandato del presidente Thaci, su líder, no termina hasta 2021.
Albin Kurti acusó al presidente de haber orquestado la crisis política para ultimar un proyecto, apoyado por Estados Unidos, para el intercambio de territorio con Serbia.
Según la prensa local, este proyecto supondría una modificación de las fronteras entre Kosovo y Serbia, que nunca ha reconocido la independencia de su antigua provincia proclamada en 2008.
Albin Kurti se opone categóricamente a esta posibilidad. También rechaza someterse a la intensa presión de Washington para levantar por completo las tasas de 100% impuestas a los productos serbios, el principal escollo para la reanudación del diálogo con Belgrado.
Se desconocen las consecuencias de la moción de censura que hizo caer a un gobierno formado en febrero después de meses de negociaciones.
Según la Constitución, el presidente podría dar a Albin Kurti o a un representante de la LDK un nuevo mandato para formar gobierno o disolver el parlamento, lo que conduciría a elecciones anticipadas.
La LDK optó por la moción de censura para protestar contra la destitución de uno de sus ministros por parte de Albin Kurti. /Infobae