OAS es la misma empresa que participó en la trama de corrupción en la que estuvo involucrado el expresidente de Brasil, Lula da Silva.
El expresidente de la constructora brasileña OAS Leo Pinheiro reconoció el pago de un soborno de 7 millones de dólares al exgerente de la Municipalidad de Lima José Miguel Castro para recibir una compensación que se saldó con el aumento irregular de las tarifas de peaje de una autopista de la capital peruana.
La confesión de Pinheiro fue desvelada este domingo por el programa dominical Cuarto Poder en el marco del caso Lava Jato en Perú y explica el inusitado aumento de los peajes de la autopista conocida como Línea Amarilla, cuyas tarifas pasaron en apenas cuatro años de 3,50 soles (1 dólar) a 5,70 soles (1,7 dólares).
El soborno fue «una propina» que Castro pidió a OAS a cambio de que la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) pagase 142 millones de dólares adicionales a la constructora para atender su reclamo por la demora en la expropiación y reubicación de terrenos, lo que retrasaba el inicio de la obra.
Para sufragar el aumento del costo de la obra se estableció un aumento de las tarifas del peaje fuera de los parámetros negociados en el contrato original, según especificó Pinheiro en su testimonio ofrecido en abril a los fiscales peruanos a cargo del caso.
Todos los términos fueron negociados directamente con Castro en varias reuniones celebradas en un lujoso hotel de la capital peruana y el pago del soborno se hizo por intermedio del publicista brasileño Valdemir Garreta.
Castro se encuentra actualmente en prisión preventiva junto a la exalcaldesa de Lima Susana Villarán mientras continúan las investigaciones por haber recibido tres millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht para financiar la campaña electoral de la burgomaestre en un referéndum sobre su continuidad.
El actual alcalde de Lima, Jorge Muñoz, anunció en julio la anulación del contrato de Línea Amarilla, pero esta obra fue traspasada en 2016 de OAS a la empresa francesa Vinci, que se niega resolver lo firmado, pues aduce no conocer los actos de corrupción en que incurrió la anterior concesionaria.
Línea Amarilla comprende un tramo de 16 kilómetros de la Carretera Panamericana a su paso por Lima, conocido como Vía de Evitamiento, así como nueve kilómetros de una nueva autopista que incluye un túnel de casi dos kilómetros por debajo del río Rímac para unirla la urbe y el Callao, la ciudad portuaria aledaña a la capital. /PanamPost