Rusia respondió el jueves a las promesas de la OTAN de apoyar a Ucrania con ataques aéreos por tercera noche consecutiva, mientras el presidente estadounidense Joe Biden se encuentra en Finlandia, nuevo miembro de la alianza militar occidental.
Biden se reunirá el jueves con el presidente de Finlandia, un día después de la cumbre de la OTAN en Lituania, donde el G7 acordó respaldar a Ucrania el tiempo que sea necesario para derrotar a Rusia.
Moscú replicó al anuncio de ayuda con nuevos ataques aéreos contra Ucrania, que el jueves aseguró haber destruido 20 drones de ataque rusos y dos misiles de crucero.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo que se encontró a una persona muerta y al menos cuatro resultaron heridas en la ciudad.
Moscú dijo este jueves que consideraría a los aviones caza F-16 enviados a Ucrania como una amenaza “nuclear” por su capacidad de transportar bombas atómicas.
“Rusia no puede ignorar la capacidad de estos aparatos para transportar cargas nucleares”, advirtió el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov quien afirmó que Moscú avisó a Estados Unidos, Reino Unido y Francia.
Países Bajos y Dinamarca encabezan el plan para entrenar a los pilotos ucranianos en el uso de los aviones estadounidenses, como parte de una coalición de 11 países, luego de que Estados Unidos autorizó la transferencia de las aeronaves.
Biden se encontrará en Finlandia con Sauli Niinisto, presidente del país nórdico que comparte una frontera de 1.300 km con Rusia, y que puso fin a su histórico no alineamiento tras la invasión rusa a Ucrania.
Además de Niinisto y el primer ministro finlandés, Petteri Orpo, Biden se reunirá con el líder sueco Ulf Kristersson, el noruego Jonas Gahr Store, la danesa Mette Frederiksen y la islandesa Katrin Jakobsdottir.
Hablarán de la cooperación entre los países nórdicos y Estados Unidos en materia de seguridad, medio ambiente y tecnología.
Biden será el primer presidente estadounidense en visitar Helsinki desde que su antecesor Donald Trump se reunió allí cinco años atrás con el gobernante ruso, Vladimir Putin.
Pero su visita se da luego de que los líderes de la OTAN frustraron la esperanza del gobernante ucraniano, Volodimir Zelenski, de tener un calendario claro para unirse a la alianza militar, al señalar que le darían una invitación a unirse cuando “se cumplan las condiciones”.
En su lugar, países del G7 posteriormente ofrecieron a Ucrania un paquete de compromisos de seguridad a largo plazo.
El plan del G7 brinda un marco bajo el cual países individuales podrán alcanzar acuerdos bilaterales con Kiev de suministro de armas.
“No vamos a ceder”, afirmó Biden en un discurso en Vilna en el que mostró su determinación de apoyar a Ucrania tras reunirse con Zelenski.
“Putin aún duda de nuestro poder de permanencia. Todavía hace la mala apuesta de que la convicción y unidad de Estados Unidos y nuestros aliados y socios se va a resquebrajar”, declaró.
Zelenski insistió en que las promesas de ayuda de los gobiernos occidentales son una “gran victoria en materia de seguridad”.
Pero no ocultó que hubiera preferido que la OTAN definiera un calendario para el ingreso de Ucrania a la alianza después de la derrota de Rusia y el restablecimiento de la paz.
Al margen de la cumbre de la OTAN, Australia se comprometió a enviar una flotilla adicional de vehículos blindados de infantería Bushmaster valorados en 67 millones de dólares.
Pero el ministro australiano de Defensa puso en duda el jueves una propuesta de brindar a Ucrania aviones de combate retirados, al afirmar que la solicitud de Kiev de más poderío aéreo es “complicada”.
A su vez, el portavoz de la Fuerza Aérea ucraniana, Yuriy Ignat, afirmó que los sistemas nuevos son insuficientes para cubrir todo el país.
“No tenemos medios para destruir misiles balísticos”.