El Etna se despertó la madrugada del sábado emitiendo explosiones y lava provenientes de uno de los cráteres situados en la zona desértica de la cima del volcán siciliano, según el Instituto Nacional italiano de Geofísica y de Vulcanología (INGV).
La actividad es intermitente y la lava se desliza por la vertiente sureste, llamado Valle del Bove, por una longitud de 1,5 kilómetros desde su punto de emisión, precisa el INGV en un comunicado.
El máximo de actividad fue registrado en mitad de la noche, provocando el cierre de dos aeropuertos de la ciudad siciliana de Catania debido a las fuertes emisiones de cenizas en la atmósfera.
Los aeropuertos fueron reabiertos parcialmente el sábado por la mañana.
El INGV indica que el cráter sureste del volcán entró en una fase de actividad el 14 de julio.
El Etna, de 3.300 metros, es el volcán activo más grande en Europa, con frecuentes erupciones, conocidas desde al menos 2.700 años. Su última gran erupción se remonta al invierno de 2008-2009.