El Parlamento prefirió discutir temas que no solucionan de raíz la crisis que enfrenta el país.A pesar de la importancia y urgencia, la AN no convocó a una sesión extraordinaria para aprobar el TIAR. (Twitter)
Mientras Venezuela enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes y el régimen de Nicolás Maduro reprime a opositores empleando crímenes de lesa humanidad, la Asamblea Nacional (AN), de mayoría opositora, prefirió abandonar la discusión del TIAR a pesar de la importancia que este tiene para salir de la crisis.
Ese parece el Orden del Día de una Asamblea Nacional presidida por Celia Flores o Diosdado Cabello, con mayoría absoluta.
En mayo, el presidente Guaidó y la AN prometieron aprobar el reingreso de Venezuela al TIAR. En ese sentido, el día 28 de dicho mes la AN aprobó en primera discusión el reingreso al organismo. Pero de conformidad con el Artículo 207 de la Constitución se requieren dos discusiones en días diferentes.
A pesar de la importancia y urgencia, la AN no convocó a una sesión extraordinaria, y tampoco cumplió con realizar la segunda discusión en ninguna de las cinco sesiones ordinarias siguientes que se realizaron, permitiendo que se venciera el plazo de 30 días para efectuar la aprobación.
Aunque pasó el tiempo previsto en el Art. 208 de la Constitución, la AN todavía puede corregir su omisión aprobando el TIAR en su próxima sesión.
En las últimas horas, la AN ha discutido temas como: «Proyecto de acuerdo en conmemoración de los 100 años de la muerte del doctor José Gregorio Hernández», «Proyecto de Acuerdo con motivo del Día del periodista» y «Debate sobre el asesinato, por parte del régimen usurpador del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo».
En un país con un sistema democrático intacto serían normales discusiones de este tipo, sobre todo cuando se trata del asesinato de un militar. Sin embargo, estos debates o proyectos no se acercan a solucionar el problema de raíz, que es la usurpación del poder por parte de Maduro.
Denuncia ante el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio
El pasado 2 de julio los abogados Andrés Mezgravis y Pablo Aure introdujeron una denuncia ante el legítimo Tribunal Supremo de Justicia en el exilio por la omisión legislativa de la AN al no continuar con la discusión sobre el TIAR.
El texto del TIAR establece que los países firmantes condenan formalmente la guerra y se comprometen a buscar soluciones pacíficas a sus conflictos mutuos, pero también establece que «un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un Estado americano será considerado como un ataque contra todos los Estados americanos».
En una entrevista para PanAm Post Mezgravis explicó que el TIAR es un tratado esencialmente de asistencia militar, que lo integran 17 países del continente americano, incluidos EE. UU., Brasil y Colombia, y el cual permitiría exigir, conforme al derecho internacional, la conformación de una coalición de Fuerza Interamericana.
El especialista explicó que el TIAR no solo aplica ante una agresión armada (Art. 3), sino también ante cualquier hecho o circunstancia que pueda poner en peligro la paz y estabilidad del continente (Art. 6); tal como ocurre con los nexos del Gobierno Usurpador con guerrillas armadas como el ELN y las FARC, además de organizaciones terroristas internacionales como el Hezbolá. La presencia y protección de estos grupos criminales en territorio venezolano, representan un atentado a la seguridad regional, lo cual ha quedado demostrado en los recurrentes ataques y atentados que han ejecutado en el vecino país, Colombia. Es por ello que el TIAR es indispensable, ya que es el caso que aplicaría al escenario de Venezuela.
«El profesor Pablo y Aure y mi persona resolvimos acudir al TSJ (E) para que sea la más alta instancia judicial la que, de considerarlo procedente, imponga los correctivos a dicha omisión», señaló el abogado.
Mezgravis espera que con la acción interpuesta, el TSJ exhorte a la Asamblea Nacional para que en un plazo perentorio se cumpla con aprobar el TIAR y se envíe el correspondiente instrumento de ratificación al organismo competente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El especialista señaló que en caso de que la AN incumpla con dicha exhortación, la sentencia que se dicte desde el TSJ equivaldría a la aprobación legislativa, con el fin de que el Presidente (E) pueda enviar, a la mayor brevedad, el instrumento de ratificación del TIAR.
«También solicitamos se exhorte al Presidente (E) a que una vez que quede ratificado el TIAR, también sea presentada con la mayor urgencia, en un plazo que no exceda de 30 días, la respectiva solicitud de asistencia a los fines de que el respectivo Órgano de Consulta del TIAR pueda deliberar sobre la conformación de una Fuerza Interamericana según los términos de dicho tratado. Todo ello en virtud de la Responsabilidad de Proteger que tienen los Estados, y de que ha quedado plenamente demostrado que el monopolio de la fuerza no podría ser restituido sin la asistencia militar prevista en dicho tratado y consagrada en la doctrina del R2P», agregó.
Beneficios de aprobar el TIAR
Mezgravis le explicó al PanAm Post que aprobar el TIAR «acabaría con la polémica de si se debe esperar por la ayuda militar internacional o se debe solicitar», pues considera que «queda claro que bajo el TIAR le correspondería a Venezuela solicitar la conformación de una coalición militar internacional».
Explicó además que de los 17 países que conforman el TIAR, solo Uruguay es aliado del régimen; situación que facilitaría conseguir los votos necesarios (12 de 17) para aprobar la asistencia.
Al tratarse de un conflicto interno que pone en peligro la paz de América, queda claro que se trataría de una materia que no sería competencia del Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia y China tienen el llamado derecho de veto, sino que solo sería competencia del Órgano Consultivo del TIAR.
«Ningún otro país u organización internacional tiene que dar su consentimiento para que Venezuela reingrese a ese tratado y pueda exigir soberanamente la asistencia militar que allí se contempla. Asimismo, es importante no confundir las conversaciones diplomáticas del Grupo de Lima que no se rigen por ningún tratado, que las exigencias y deliberaciones que podrían tener lugar conforme al TIAR, que es un tratado internacional que establece derechos y obligaciones internacionales para sus miembros», sentenció.