La Policía alpina de Austria está investigando las causas de la gran avalancha de nieve que el pasado domingo causó heridas a cuatro personas en una pista de esquí en la región de Vorarlberg, en el oeste del país.
El domingo por la mañana, antes del accidente, se había llevado a cabo una explosión controlada para descartar el riesgo de aludes y garantizar la seguridad de los esquiadores.
Las autoridades investigan ahora las causas por las que sobre las 15.00 hora se produjo el desprendimiento, realizando mediciones de la capa de nieve y de su composición, tanto en el cono de la avalancha como en el punto donde se inició.
También se está interrogando a testigos y responsables de la empresa que opera los telesillas y telecabinas en la estación de Lech, donde se produjo el suceso.
Una vez que disminuya el riesgo de nuevas avalanchas y mejore la situación meteorológica, se realizarán perforaciones para obtener más datos.
La investigación busca aclarar si hay responsables tras la avalancha. Normalmente, la responsabilidad en este tipo de sucesos recae sobre el gestor de la pista, especialmente sobre el operador de los telecabinas.
Tras la avalancha, las primeras informaciones hablaban de diez desaparecidos. Finalmente, sólo cuatro personas resultaron heridas mientras que se confirmó que las otras seis personas que se temían hubieran quedado sepultadas ni siquiera se vieron afectadas por la avalancha.