Novak Djokovic, siete ediciones después consiguió alcanzar a Roger Federer, después de ser campeón en 2008 y de 2012 a 2015, el serbio tuvo que esperar a 2022 para sumar su sexto título en las ATP Finals, el Masters, la Copa de Maestros
Lo hizo a lo grande, ganando sus cinco partidos. Dio una lección de cómo manejar una final superando al noruego Casper Ruud por 7-5 y 6-3 en 1h.32′.
Su título 91 en el circuito, a uno de Rafa Nadal, quinto de la temporada tras Roma, Wimbledon, Tel Aviv y Astana. Ha ganado 27 de sus últimos 29 partidos. Asciende de la octava a la quinta plaza mundial, a 2.000 puntos del nº 1 Carlos Alcaraz.
Es su revancha personal por la deportación de Australia, su ausencia en Norteamérica, el US Open, al no vacunarse contra la Covid. Quiere más, será un peligro en Melbourne, su feudo natural, donde inauguró su cuenta de ‘grandes’, el lugar de sus nueve victorias.
Djokovic destroza todos los récords
‘Nole’, 35 años, campeón más veterano de la competición, va por su cuenta. Y en la pista no le va nada mal. Se lleva el mayor premio económico en la historia del tenis con su pleno en el evento disputado en el Pala Alpitur de Turín.
Un cheque de 4.740.300 dólares, rozando los cinco millones, más de 4.5 de euros. Tampoco están mal los 2.156.600 que se embolsó Ruud, pese a quedarse sin esos 2.200.400 reservados como extra al mejor de la final.
Fiesta completa con su mujer, Jelena Djokovic Ristic, y sus pequeños Stefan y Tara, con quienes ya correteó por la hierba del All England Club cuando conquistó su vigésimo primer Grand Slam.
Una leyenda con mucha rabia dentro por todo lo que ha sucedido este curso. Y cuando está herido es mucho más peligroso. La oportunidad era buena, no dudó en su consecución.
Delante, un Ruud que ha mejorado mucho esta campaña pero todavía no goza del plus necesario en las grandes finales y ante rivales fieros. Cedió en Miami y US Open ante Carlos Alcaraz, contra Rafa Nadal en Roland Garros. Djokovic enseñó galones de principio a fin.