Rusia emprenderá acciones legales si Occidente intenta obligarle a incumplir el pago de su deuda soberana
El lunes el ministro de Finanzas, Anton Siluanov, al periódico pro-Kremlin Izvestia, agudizando el tono de Moscú en su pulso financiero con Occidente.
Moscú se enfrenta a su primer impago de deuda soberana en más de un siglo, después de que la semana pasada hiciera arreglos para pagar un bono internacional en rublos, pese a que el pago debía hacerse en dólares.
El 4 de abril debía realizar un pago de 649 millones de dólares a los tenedores de dos de sus bonos soberanos, pero el Tesoro de Estados Unidos bloqueó la transferencia, impidiendo que Rusia utilizara parte de sus reservas de divisas congeladas para pagar el servicio de su deuda.
“Por supuesto que demandaremos, porque hemos tomado todas las medidas necesarias para garantizar que los inversores reciban sus pagos”, dijo Siluanov al diario en una entrevista.
“Presentaremos en los tribunales nuestras facturas que confirman nuestros esfuerzos por pagar tanto en moneda extranjera como en rublos. No será un proceso fácil. Tendremos que demostrar de forma muy activa nuestro caso, pese a todas las dificultades”, agregó.
Siluanov no dio detalles sobre las opciones legales de Rusia y no dijo dónde podría celebrarse una vista judicial.
Los bonos en cuestión fueron emitidos bajo la ley inglesa, que permite a un prestatario defenderse diciendo que una fuerza externa hizo imposible cumplir con las obligaciones, por lo que el tribunal puede posponer el pago, dijo Mitu Gulati, profesor de derecho en la Universidad de Virginia.
“Así que creo que Rusia va a argumentar esto pero, esto es una guerra causada por Rusia”, dijo Gulati, también experto en reestructuración de deuda, añadiendo: “No es un argumento legal completamente inverosímil”.
Siluanov ha dicho que Rusia hará todo lo posible para asegurarse de que se pague a sus acreedores.
“Rusia intentó de buena fe pagar a los acreedores externos”, dijo Siluanov. “Sin embargo, la política deliberada de los países occidentales es crear artificialmente un impago por todos los medios”.
Rusia no ha dejado de pagar su deuda externa desde las secuelas de su revolución de 1917, pero sus bonos han surgido ahora como un punto de fricción en su disputa económica con los países occidentales.