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Casi todas las enfermedades y problemas dentales comunes son evitables si mantenemos una higiene adecuada y acudimos al dentista periódicamente.
¿Cómo podemos prevenir las enfermedades de la boca?
Las caries, el sarro, el mal aliento, la gingivitis o la periodontitis las puedes prevenir si te cepillas los dientes tras cada comida, si usas hilo dental una vez al día para impedir que se acumulen restos de comida allá donde no alcanza el cepillo y si haces enjuagues con un colutorio dental, tras cepillarte los dientes.
¿Recuerdas algún momento en el que hayas sentido dolor, inflamación, sensibilidad u otra molestia en la boca? Seguro que sí. Según datos del estudio sobre la carga mundial de morbilidad del año 2017, las enfermedades bucodentales afectan a cerca de 3.500 millones de personas en todo el mundo, siendo la caries la más frecuente. Y aunque son por lo tanto un problema bastante común en la sociedad, la mayoría de los trastornos de salud bucodental son evitables y pueden tratarse en sus etapas iniciales.
Por este motivo, conocer los diferentes problemas dentales, sus síntomas y sus causas, puede ser de gran ayuda para anticiparse y prevenir posibles riesgos para nuestra salud bucodental. A continuación, te explicamos con más detalle cuáles son las enfermedades bucodentales más comunes y cómo prevenirlas.
Las enfermedades bucodentales más comunes
1. Caries dental
Desde la Fundación Carlos Slim aseguran que entre el 60% y el 90% de los niños en edad escolar y cerca del 100% de los adultos tienen caries dental, posicionándose como la segunda enfermedad más común seguida del resfriado. Las caries suelen darse cuando la placa bacteriana se combina con los azúcares que se encuentran en los restos de comida. Una combinación produce ácidos que atacan el esmalte dental.
Y aunque existen diferentes tipos de caries, los síntomas son similares: dolor, inflamación y sensibilidad dental, aunque en los casos más extremos se puede llegar a perder el diente afectado. Por lo que te sugerimos que si detectas cualquier molestia de este tipo, acudas a tu dentista, ya que si una caries no se trata, puede llegar a destruir el interior del diente y que el problema se agrave.
2. Úlceras bucales
Más comúnmente conocidas como aftas o llagas. Lo más habitual es que estas pequeñas heridas se originen en las paredes de la boca o la lengua, aunque en ocasiones también pueden aparecer en la cara interior del labio.
Las úlceras bucales no son contagiosas y pueden desencadenarse por motivos muy distintos. Y a pesar de que en la mayoría de los casos son inofensivas, pueden llegar a ser extremadamente incómodas y dolorosas sobre todo, a la hora de comer, beber y lavarse los dientes. Rutinas innatas que se convertirán en un problema.
Aunque las causas pueden variar en función del tipo de afta del que se trate, el cambio que supone dejar de fumar, el estrés o ingerir alimentos muy ácidos pueden hacer que las úlceras empeoren. Es por esto por lo que insistimos en que si no desaparece en 2 o 3 semanas, visites a tu dentista para que la examine.
3. Mal aliento
También llamado halitosis. El 30% de los españoles han sufrido alguna vez este problema o tienen mal aliento a menudo y en aquellos que persiste, suele deberse a algún tipo de desajuste bucal o dental como la enfermedad de las encías, la caries, la boca seca y las bacterias en la lengua.
Se manifiesta, como ya contamos en un post dedicado a la halitosis del desagradable olor que desprende por su boca la persona que la padece y que, por lo general, suele ocasionarse debido a una falta de higiene dental. Aunque pueden ser otros muchos los factores que influyen en su aparición.
4. Infecciones bucales: Periodontitis y Gingivitis
Ambas enfermedades son definidas como periodontales y consisten en la inflamación e infección de las zonas que contienen el diente. Es decir, las encías, los ligamentos periodontales y los alvéolos dentales.
Según Adeslas, las enfermedades periodontales graves que pueden desembocar en pérdida de dientes y afectan a entre un 15% y 20% de los adultos de edad media (35-44 años).
- Gingivitis:
Como su nombre indica, es la inflamación de la encía (gingiva) y suele ser la consecuencia del largo periodo de tiempo que permanecen los restos de placa en los dientes, convertida en lo que conocemos como sarro. De esta forma, las bacterias y toxinas que se originan a partir de estos depósitos son las que causan que las encías se infecten y se inflamen.
Como la mayoría de enfermedades bucodentales, puede prevenirse con una buena higiene aunque en este caso también influyen factores como los cambios hormonales que se producen durante el embarazo, la diabetes, algunos fármacos o la mala colocación de una ortodoncia u otro tipo de elementos ( correctores dentales, prótesis, puentes y coronas). Es por este motivo porque la edad a la que suele aparecer es en la adolescencia o en las primeras etapas de la vida adulta.
- Periodontitis:
En este caso la zona que se inflama son los ligamentos y huesos que sujetan nuestros dientes y normalmente es el resultado de la infección previa de las encías. Si no se trata a tiempo y el problema se agrava, los dientes afectados acabarán cayéndose porque se debilita el tejido que los soporta.
Como decíamos en el apartado anterior, la acumulación de sarro es lo que hace que se creen una especie de cálculos o huecos en los dientes. Y estos son absorbidos por la zona inflamada, lo que termina dañando e incluso destruyendo el hueso que rodea el diente. Este tipo de enfermedad es más común en la adolescencia que en la infancia, ya que se suele prestar menos atención a todo lo que conlleva seguir una rutina de higiene bucal.
Te ayudamos a cuidar de tu salud bucodental
Aunque existen muchas causas y factores que pueden provocar la aparición de algún tipo de enfermedad bucodental, te vamos a indicar aquellos trucos que te servirán para mantener una buena salud bucal y establecer una rutina de cuidados para evitar los problemas bucodentales más comunes y que dependen de nuestros hábitos. En Clínica Lorenzo sabemos que el mejor tratamiento que existe es el sentido común y la prevención.
- Mantén una higiene bucodental diaria y frecuente: Intenta hacer al menos tres cepillados al día aunque lo ideal es realizarlo una vez después de cada comida. Y para más inri, que uno de estos sea profundo, usando el hilo dental, enjuague bucal u otros cepillos interdentales.
- Haz revisiones periódicas a tu dentista: Intenta sacar un hueco una vez al año para ver que todo está correctamente. Además, como profesionales que somos, podremos, dependiendo de tu historial, detallar un plan de acción a tu medida para evitar este tipo de enfermedades..
- Procura llevar una dieta sana y equilibrada. No pasa nada por saltarnos este paso de vez en cuando pero hay que intentar incluir en nuestro día a día alimentos que contengan vitamina C y D, verduras y frutas, legumbres, arroz…
- Di adiós al tabaco: Sabemos que te costará pero los expertos coincidimos en que el tabaco es el gran enemigo de la salud oral. Además de aumentar las posibilidades de sufrir algún tipo de cáncer bucal, provoca mal aliento, enfermedades periodontales, aumenta el riesgo de caries, daña el esmalte, amarillea los dientes…
- Presta mucha atención a cualquier cambio en la boca, encías o dientes porque puede ser un signo de alarma. Ante este tipo de situaciones, contacta rápidamente con tu dentista de confianza.
¿Qué son las enfermedades dentales?
Los principales trastornos de salud bucodental son: caries dental, periodontopatías, cánceres bucales, manifestaciones bucodentales del VIH, traumatismos bucodentales, labio leporino y paladar hendido, y noma (una grave enfermedad gangrenosa que empieza en la boca y que afecta mayoritariamente a niños).
¿Cómo tratar las enfermedades bucales?
Terapia anti-bacterial – incluye medicamentos orales, antibióticos que se aplican en las encías y enjuagues bucales. Cirugía para eliminar la infección avanzada o el tejido dañado.
Los diferentes tratamientos incluyen:
- Cirugía para remover el tumor de la boca.
- Radioterapia (terapia de radiación).
- Quimioterapia.