Ante la ausencia de Rusia, el único aliado de Moscú que ha participado hasta ahora en la Conferencia de Seguridad de Múnich ha sido China.
Su ministro de Exteriores, Wang Yi, ha asegurado que “la soberanía, la independencia y la integridad territorial de todos los países debe ser respetada y protegida” y que ese es el principio rector de la política exterior de Pekín: “Son las normas básicas de las relaciones internacionales”.
Tras lo cual ha añadido: “Ucrania no es una excepción”. Wang respondía así a una pregunta sobre la aparente contradicción entre ese discurso y el comunicado conjunto que emitieron Pekín y Moscú el pasado día 4 en el que China se sumaba a las demandas rusas al suscribir por primera vez su rechazo explícito a una ampliación de la OTAN.
Wang ha asegurado que la postura de Pekín es firme y que interpretar de otra forma ese compromiso es “un pirateo malintencionado, una distorsión de la postura china y puro sensacionalismo”.
Wang también manifestó su apoyo a las reivindicaciones de Moscú al decir que la comunidad internacional debe escuchar las preocupaciones de Rusia con respecto a Ucrania del mismo modo que se tienen en cuenta las de otros actores del conflicto.
“Todas las partes tienen derecho a expresar sus preocupaciones, y las preocupaciones razonables de Rusia también deben ser respetadas y tenidas en cuenta”, aseguró. El ministro de Exteriores chino animó a Occidente a repensar la necesidad de la Alianza Atlántica.
“Hace tiempo que acabó la Guerra Fría y la OTAN es un producto de esa era. Ahora necesitamos analizar el momento actual y tiene que haber una adaptación de la OTAN. Si sigue la expansión hacia el este, ¿garantizará eso realmente la paz y la estabilidad en Europa? Creo que nuestros amigos europeos tienen que reflexionar sobre ello”.