El corazón y el sentido común, la eterna lucha. Ahora la ciencia da respuestas a cómo funciona el amor y qué sucede en nuestro cerebro cuando estamos enamorados.
Cuando nos gusta alguien, el ritmo cardíaco se acelera, eso es una verdad universal, es por esto por lo que durante siglos se ha creído que en ese músculo era donde residía el amor, pero no. Hace ya bastante tiempo, se sabe que estar enamorados segrega una serie de sustancias que transforma muestro cerebro y el corazón.
Bajo esta premisa, el amor podría considerarse una motivación que durante siglos de evolución humana se desarrolló en nuestro corazón y cerebro en forma de necesidad por encontrar acompañante para la vida y procrear para perpetuar la especie humana.
La vida es una constante evolución, y nuestro corazón y cerebro se desarrolla de una forma u otra en función de lo que vivamos y experimentemos a lo largo de los años.
Pero hay algo que sigue muy latente y es la necesidad de relacionarnos y encontrar pareja, así como mantener relaciones sexuales. Las hormonas y otros neurotransmisores siguen muy activos, aunque la especie humana haya avanzado y evolucionado, no podemos negarlo.