Las intensas lluvias que cayeron sobre Quito la tarde del lunes provocaron una fuerte acumulación de agua que sobrepasó por cuatro veces la capacidad del embalse en la quebrada El Tejado, lo que produjo el aluvión que causó serios daños en los sectores de La Gasca y La Comuna. Hasta las 11:30 del martes se reportaron 22 fallecidos, 47 heridos y 20 desaparecidos a consecuencia del fenómeno natural.
Así lo informó el alcalde Santiago Guarderas, durante una rueda de prensa, en la que señaló que la acumulación de líquido llegó a los 75 litros por metro cuadrado, cuando los pronósticos para ese día eran de apenas 2 mililitros. Hubo una sobresaturación del suelo en las laderas, generando el deslizamiento de tierra.
“Teniendo una capacidad de embalse de 4.500 metros cúbicos, producto del aluvión, tuvo un volumen de 20.000 metros cúbicos. Esto significa cuatro veces más de la capacidad del embalse. Y la torre de captación, que es de nueve metros de altura, fue taponada por toda esa cantidad de lodo, árboles y, por lo tanto, sobrepasó esta estructura y se produjo el desfogue”, resumió el alcalde.
El gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (EPMAPS), Othón Zevallos, brindó una explicación más detallada sobre los acontecimientos.
Con un video del sobrevuelo realizado en la zona de desastre, Zevallos señaló que el fenómeno responde a un evento de origen natural, a raíz de la intensa precipitación. Días previos a la emergencia también se registraron lluvias, de tal manera que la precipitación acumulada superó los 140 litros por metro cuadrado, indicó.
El gerente refirió que la quebrada El Tejado empieza en la cima de Cruz Loma, a 4.000 metros sobre el nivel del mar, y desciende por alrededor de 1.700 metros, lo que da una gradiente media del 63 %.
“Es decir, es un tobogán”, aseguró Zevallos, y recordó que hace 47 años, en 1975, ocurrió un evento de similar magnitud, ya que el agua bajó por la quebrada y continuó por la avenida La Gasca.
Después de aquello, en la década de los años noventa, el Municipio construyó el proyecto Laderas del Pichincha, que comprende alrededor de 30 estructuras formadas por diques, embalses y torres de captación para conducir el agua hacia los colectores subterráneos.
Pese a la reciente tragedia, el funcionario aseguró que las estructuras de las laderas han ayudado a evitar otras desgracias en el pasado.
El aluvión del lunes bajó a gran velocidad, saturó el embalse, taponó la torre de ingreso y el colector de entrada, dando paso al desbordamiento.
Todo el flujo de lodo y escombros descendió por la avenida Mariscal Sucre, giró por la calle Barretieta y llegó hasta la avenida La Gasca, indicó el gerente.
Asimismo, aseguró que durante el sobrevuelo se constató que no hay deforestación en la cuenca. “Tiene una vegetación natural”, dijo, mientras se mostraba el video.
Técnicos del Municipio se trasladaron a la parte alta de la quebrada para supervisar las condiciones del lugar. “No descartamos que haya otros deslizamientos y que haya material acumulado”, advirtió Zevallos.
Se descarta relación con Urkupamba
El gerente de la EPMAPS descartó que la tragedia tenga relación con el cenizario Urkupamba, como se especula en redes sociales.
Ante la consulta de si se revisarán obras de este tipo o si se reubicará a las poblaciones de los barrios cercanos a la quebrada, el alcalde de Quito reiteró que, con informe del Ministerio del Ambiente, el fenómeno se produjo lejos de Urkupamba.
“Hay una licencia que tiene problemas jurídicos, por tanto, eso tendrá que vincularse desde el punto de vista jurídico”, refirió Guarderas.
El alcalde adelantó que junto con la EPMAPS, la Prefectura de Pichincha y el ECU911 se analiza reubicar a los moradores y construir en el sector un bosque protector. Para el efecto, se requiere que el Consejo Metropolitano apruebe la ordenanza respectiva, explicó.