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La posibilidad de un viaje espacial hiperlumínico sale del marco teórico con una propuesta que permitiría construir el prototipo de una nave capaz de llevarnos a la Estrella Polar a tomar un té y de traernos a casa para cenar con la familia.
Hay un cierto alboroto en la ciencia por la súbita aparición de un tema que lleva dormido desde los años 90 del siglo pasado.
En 1994, el físico teórico mexicano Miguel Alcubierre publicó un artículo en la revista Classical and Quantum Gravity en el que planteaba la posibilidad de un viaje a mayor velocidad que la de la luz, conocida como hiperlumínica, capaz de llevarnos a la Estrella Polar a tomar un té y de traernos a casa para cenar con la familia.
Hasta entonces, esta posibilidad se había planteado solamente en el campo de la ciencia ficción y formó parte de la tecnología incluida en la afamada serie de televisión Star Trek, que se inició en 1966.
Alcubierre planteaba en su artículo que el viaje hiperlumínico podría conseguirse creando una burbuja de deformación del espacio-tiempo dentro de la cual debía situarse la nave espacial.
Burbuja temporal
En su especulación matemática, Alcubierre planteaba que el espacio tiempo podría conservarse en el interior de esa hipotética burbuja, pero que en el exterior su dilatación alejaría por un lado el punto de partida, mientras que por el otro acercaría el punto de destino.
Esa métrica no violaría ninguna ley física, ya que en el interior de la burbuja no se superaría la velocidad de la luz y los supuestos tripulantes no se verían afectados por las variaciones o presiones del entorno de la burbuja.
A ese sistema ideado por Alcubierre se le denominó «Warp Drive», también conocido como motor de curvatura, una tecnología que se ha movido hasta ahora en el ámbito de la especulación, debido tanto a las limitaciones tecnológicas actuales, como a la enorme cantidad de energía necesaria para su desarrollo, que en algunas ecuaciones sería superior a toda la energía contenida en el universo.
Aunque en 2012 unos científicos de la NASA anunciaron que se encontraban trabajando en la viabilidad de los viajes por curvatura, a pequeña escala y en laboratorio, lo realmente significativo en esta historia lo marca un artículo publicado el pasado verano en la revista European Physical Journal.
Primer prototipo
El autor principal de este artículo es Harold White (Harold G. The «Sonny» White), un ingeniero aeroespacial premiado por la NASA en 2006, buen conocedor de la Métrica de Alcubierre y promotor de proyectos avanzados de propulsión.
White está trabajando en la actualidad en un proyecto de la agencia DARPA de Estados Unidos sobre el misterioso efecto Casimir, una fuerza contenida en el vacío que, sin embargo, es medible experimentalmente.
Observando modelos del efecto Casimir, White descubrió similitudes con la geometría de la burbuja de Alcubierre y propuso, en el citado artículo del pasado mes de julio, un experimento potencialmente revolucionario que podría crear un prototipo para un motor warp drive real.
Aunque el artículo pasó desapercibido entonces, comenzó a resonar un mes después debido a una intervención de White en el Propulsion Energy Forum, organizado por el Limitless Space Institute.
Más detalles
Y el alboroto se amplificó este mes de diciembre, cuando White explicó más en detalle su propuesta a la revista tecnológica y de defensa The Debrief, según la cual la situación sobre la posible construcción de una nave superlumínica ha realmente cambiado con la última propuesta de White.
Para continuar investigando en el campo de la curvatura práctica del espacio-tiempo, White propone realizar un experimento accesible a un nivel tecnológico moderno, basándose en el efecto Casimir.
Propone construir una cavidad de Casimir, similar a la burbuja de Alcubierre, con un diámetro de un micrómetro (milésima parte de un milímetro), para testar experimentalmente la viabilidad a pequeña escala de una warp drive en laboratorio.
Desafío a la ciencia
White anima (casi desafía) a la comunidad científica a desarrollar este experimento, que él no puede acometer en la actualidad por estar comprometido en otra investigación de la DARPA, y promete intentar la creación de un prototipo de nave hiperlumínica cuando termine su trabajo en DARPA.
White advierte en The Debrief que eso no significa que estemos cerca de construir una unidad warp en pleno funcionamiento, ya que se necesita hacer mucha más ciencia para conseguirlo, sino que su propuesta representa un primer paso hacia la primera implantación de la burbuja de Alcubierre, casi 30 años después de su primera formulación.