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La nueva carrera espacial se calienta gracias a Elon Musk y los chinos, que han encendido el interés por la colonización y la explotación minera de la Luna, Marte y los asteroides
La carrera espacial se está calentando exponencialmente. Países y compañías están invirtiendo millones en la investigación sobre cómo acelerar el camino a la Luna, Marte y los asteroides en órbitas cercanas. Como la aeronáutica Rolls-Royce, que está estudiando cómo utilizar energía nuclear para la exploración espacial.
En una entrevista con el sitio web económico This Is Money — realizada durante el evento de defensa y armamento DSEI que ahora mismo se celebra en Londres — el director de la división de defensa de la compañía Dave Gordon afirma que quieren utilizar micro-reactores nucleares como método para impulsar naves espaciales a gran velocidad y que además sirvan como fuente de energía para bases mineras en la Luna, Marte y los asteroides.
El trabajo para estudiar la viabilidad de la energía nuclear como fuente energética para la exploración espacial comenzó de la mano de la agencia espacial británica a principios de 2021.
Cómo funciona
Rolls Royce no da detalles técnicos sobre el rumbo de sus estudios más allá de unas líneas generales. La idea comienza por lanzar estos reactores nucleares al espacio usando cohetes convencionales. Una vez en órbita, se ensamblarán en las naves que llevarán a los astronautas y mineros a otros puntos del sistema solar. Aunque Rolls Royce no menciona la tecnología propulsora, es posible que estas pilas atómicas sean la fuente de energía de motores de iones de gran potencia, como los que está desarrollando la agencia espacial China para acortar el viaje a Marte de varios meses a 39 días.
Los micro-reactores no sólo servirán para impulsar naves en una travesía a gran velocidad sino que serán reutilizados al llegar a su destino. La compañía afirma que el reactor se posará sobre la superficie lunar o marciana para seguir generando energía. Esta electricidad alimentaría a las bases espaciales y la maquinaría para realizar los trabajos de extracción de agua, helio-3 y metales raros que no son abundantes en la Tierra.
El helio-3 y los metales raros volverían a la Tierra en contenedores especiales o serían utilizados in situ para la fabricación de combustible convencional, naves y otra maquinaria.
¿Por qué se está acelerando la carrera espacial?
Según Gordon, Rolls Royce tiene una gran experiencia en el desarrollo de submarinos nucleares y estos tienen los mismos requerimientos que una nave espacial: deben funcionar en entornos sin aire durante largos períodos de tiempo y ser extremadamente fiables utilizando un combustible de gran potencia. Obviamente, construir un submarino no es lo mismo que una nave espacial, pero Rolls Royce no crearía la nave sino los reactores y motores.
Gordon también declaró al periódico que la apuesta de Rolls Royce nunca hubiera ocurrido sin el éxito de Elon Musk y las apuestas de Bezos y otras organizaciones: “si hubiéramos tenido esta conversación hace un par de años me hubieras mirado con cara rara. Pero ahora, gracias al trabajo de compañías como Blue Origin y Space X, no sólo es creíble sino que además hay demanda [para este tipo de soluciones].”
Sin embargo, quizás sean las ambiciones imperialistas de China en el espacio las que ocupan la mente de Rolls Royce y los gobiernos que son los clientes de las compañías de defensa. Los chinos están apostando hasta la camisa, aumentando el tamaño de su programa espacial al mismo ritmo que su gasto de defensa. Su intención es clara: dominar la nueva carrera espacial con una base en la Luna, en Marte y explotando asteroides cercanos. Para occidente, la dominación China del espacio — y su explotación comercial — no es deseable. Y de ahí todas estas prisas.