La abogada venezolana Tamara Sujú señaló a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) de emplear prácticas medievales de tortura.
“La Dgcim continúa aplicando la Tortura medieval del sarcófago (adaptada al día de hoy), para castigar a presos Políticos”, precisó la defensora de DDHH.
El cuarto mide 60×60 de ancho y 2.75 metros de alto, “donde las víctimas permanecen horas o días con las manos atadas o no, y un pote para orinar”.
Tamara Sujú señaló a cinco funcionarios como los organizadores de las presuntas torturas contra los detenidos en Venezuela:
May Contreras (jefe de custodios).
Miguel Villegas (alias psicólogo).
Daniel Aranguren (alias Tiniebla).
Capitán Ostos.
Agente Jonathan Martínez.
La directora de Casla Institute concluye que los acusados siguen líneas de mando del General Terán Hurtado, el Teniente Coronel Granko Arteaga e Iván Hernández Dala, director de la Dgcim.
“Las víctimas sufren asfixia, angustia, debilidad, desmayo”, apuntó Tamara Sujú.
A la periodista Sebastiana Barráez le explicaron en septiembre que la peor tortura del Dgcim en Venezuela es no tener contacto con los familiares detenidos.
“Esta angustia de no saber, es la peor de las torturas”, confesó una mujer cuyo marido sigue desde hace más de dos años en los sótanos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar.
En medio de la pandemia de coronavirus las denuncias sobre violaciones a DDHH a manos de cuerpos de seguridad del Estado venezolano no han cesado. /Con información de CaraotaDigital