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El coordinador general del Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea), Rafael Uzcátegui, llamó a los venezolanos a estar muy pendientes de la discusión del informe de la Misión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que podría extender el mandato de dicha misión y que abrirá una discusión sobre cómo tratar en lo adelante al régimen de Nicolás Maduro, que con este informe queda tipificado como autor de crímenes de lesa humanidad de manera sistemática.
Provea colaboró para documentar el informe de la misión, que se basó en 264 casos, aunque hizo la salvedad que conoce de la existencia de muchos más. Uzcátegui, al analizar el informe para Caraota Digital, señala que el mismo produce una suerte de “alegría triste”, pues es bueno que un organismo de tanto peso internacional documente lo que las ONG de Derechos Humanos en Venezuela llevan años denunciando; pero al tiempo, deja tristeza al ver de forma tan contundente, en negro sobre blanco, la realidad que vive Venezuela y que la equipara, señala el coordinador general de Provea, “con las épocas más oscuras de violación de Derechos Humanos en América Latina”.
Policía bueno / policía malo en derechos humanos
Explicó el activista que la situación de Venezuela es tan grave que en paralelo la investigan el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (en el que Venezuela quedó elegido el año pasado y que fue el que ordenó la elaboración del informe) y la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, que dirige Michelle Bachelet.
Sin que esta última sea un lugar cómodo para el chavismo, Uzcátegui vaticina, sin embargo, que el régimen de Nicolás Maduro se agarrará de ella para decir que se está trabajando por corregir los problemas de Derechos Humanos, tal como señaló esta funcionaria en su último informe, emitido la semana pasada.
A diferencia del informe de la Alta Comisionada, el del Consejo de Derechos Humanos resiente que no obtuvo ninguna colaboración del régimen de Maduro.
“De alguna manera”, señala el coordinador general de Provea, “la Oficina del Alto Comisionado es como la cara de la diplomacia, mientras el Consejo de Derechos Humanos juega al policía malo”.
Uzcátegui cree que en las próximas semanas, el régimen intentará lavarse un poco la cara mostrando algo de comedimiento, sobre todo ante la convocatoria a elecciones que siguen sin tener mínimos estándares democráticos aunque la carga represiva se restrinja un poco.
E igualmente, se extenderá en su narrativa de una conspiración internacional en su contra, indicó el coordinador de Provea, para quien es muy importante la observación de los próximos acontecimientos.
Sin embargo, considera este experto que de ahora en adelante, “será muy difícil que alguien en el mundo diga que no sabe lo que pasa en Venezuela; ya no es que lo diga Provea, o que lo digan unas ONG. Ahora lo dice la misión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, un organismo con reconocimiento internacional”.
Provea: Implicados con nombre y apellido
También señaló Uzcátegui que el informe sirve como insumo para la Corte Penal Internacional. Y que la maquinaria institucional que este organismo representa, aunque vaya lento, ya se ha puesto a andar, “y una vez que echa a andar es muy difícil detenerla”.
Para el coordinador general de Provea, los funcionarios del régimen que están mencionados tienen graves problemas. “Aquí podría repetirse lo que vimos en el caso de (Augusto) Pinochet, que uno de estos personajes viaje y lo detenga alguno de los Estados en los que hay jurisdicción internacional contra crímenes de lesa humanidad”.
“El informe, aunque no lo dice explícitamente, claramente tiene una lista de personas y de responsables”, indica Uzcátegui. En la cabeza de esa lista está Nicolás Maduro, y en la base, los ejecutores de violaciones de derechos humanos.
Consultado sobre qué sigue, el coordinador general de Provea señala que “seguir documentando, apoyando el trabajo de la misión, mientras no tengamos la posibilidad de tener justicia en Venezuela”. /Con información de CaraotaDigital