A principios de año la producción de gas estaba en 20% y hace un mes llegó a 5%. En diez días no habrá ni un litro de gas en toda Venezuela”, afirmó el director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, Luis Girot.
El dirigente alertó así sobre la paralización de la producción de gas doméstico y de su distribución a través de cilindros en todo el país..
“La producción está técnicamente parada en la planta de fraccionamiento en Criogénico de Jose, en el estado Anzoátegui, pero se está trabajando con una reserva de 5.300 barriles de gas licuado que queda en inventario y eso sólo cubre el 10% de la demanda diaria”, resaltó.
El dirigente sindical explicó, además, que las plantas de tracción de Jusepín y Santa Bárbara, ubicadas en Monagas, además de San Joaquín en Anaco, colapsaron y están al borde del mínimo, por lo que estima que en los próximos días la distribución por cilindro se detendrá.
Girot, citado por El Pitazo, explicó que el consumo nacional es de 52 mil barriles de gas licuado diariamente y sólo se estaban generando ocho mil hasta el viernes 11 de septiembre cuando se paralizó en su totalidad la producción nacional para seguir trabajando con la reserva.
En Venezuela hay dos tipos de gas para cocinar: propano y metano. El metano llaga por tuberías. El propano se distrubuye en bombonas. Y el 80% de la población depende de las bombonas de propano.
En este escenario, y según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, en el primer semestre los venezolanos volvieron a técnicas ancestrales para cocinar. “Las fallas de gas doméstico, aunado a la falta de energía eléctrica, ha llevado a las familias venezolanas a recurrir a antiguas ténicas para la preparación de sus alimentos, como cocinar a leña, con los múltiples riesgos que implica para la salud y el ecosistema”, dijeron en su informe sobre las protestas en el país durante el primer semestre de 2020.
Lorena, habitante de Petare, el barrio más grande y uno de los más peligrosos de Venezuela, y relató a la Voz de América que en su comunidad, cada 15 días, pueden pasar hasta 3 días seguidos esperando que un camión llegue a reemplazar sus bombonas. “Es espantoso, horrible porque bajamos con las bombonas y pasamos -pon tú- hasta mediodía y nos dicen: «no, el camión no viene». Subimos las bombonas, al otro día, otra vez”, comenta la ciudadana.
Semanas atrás, legisladores de diversos estados aseguraron que la distribución del gas forma parte del mecanismo de control social del régimen y alertaron sobre la posibilidad de que el servicio sea dolarizado. Hubo denuncias de diputados, como Cesar Alonso, que sostienen que en algunas zonas del país las bombonas de gas están siendo cobradas por hasta 19 dólares, en un momento en el que el sueldo mínimo es de apenas dos dólares. /Con información de Infobae