La ciudad de Halifax, en Canadá, ha declarado el estado de emergencia después de que un incendio forestal fuera de control obligara a más de 16.000 personas a evacuar sus hogares. El fuego, alimentado por fuertes vientos y maderas secas, ha dañado decenas de viviendas y obstaculizado los servicios de rescate. Aunque no hay informes de personas desaparecidas o heridas, se anticipa que se han perdido varias estructuras.
La Municipalidad Regional de Halifax ha establecido alojamiento temporal para las personas que huyen del incendio y ha recordado a los residentes que las órdenes de evacuación son obligatorias. En una declaración separada, la Municipalidad informó que se habían quemado más de 60 hectáreas mientras que el incendio aún ardía en las áreas cercanas de Tantallon y Hammonds Plains.
Dave Meldrum, subdirector de Halifax Fire, dijo que “nuestros bomberos y otros socios trabajaron arduamente para evacuar una gran área de nuestra ciudad ayer y anoche permanecimos en el lugar”, y que tuvieron 100 bomberos en escena durante la noche, combatiendo incendios puntuales y extinguiendo estructuras que estaban en llamas.
El primer ministro de Nueva Escocia, Tim Houston, ha anunciado que se han enviado bombas de agua desde otras provincias para ayudar a las tripulaciones locales. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha ofrecido el apoyo y la asistencia federal necesarios.
La situación en Halifax es desesperada, y las autoridades están trabajando arduamente para controlar el incendio y proteger a los residentes. Es importante seguir las órdenes de evacuación y las indicaciones de las autoridades para garantizar la seguridad de todos.