Estados Unidos enviará un submarino nuclear a Corea del Sur para reforzar la disuasión frente a Corea del Norte, aseguró el miércoles un alto funcionario estadounidense.
El despliegue “ocasional” de este submarino equipado con misiles balísticos dotados de capacidad nuclear debe anunciarse en el marco de una declaración que será adoptada por el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo surcoreano, Yoon Suk Yeol, en visita oficial a Estados Unidos, afirmó el alto funcionario, bajo anonimato.
Esta declaración, que recuerda las medidas adoptadas en lo “más fuerte de la Guerra Fría”, según esta fuente, establece también un mecanismo de consulta e intercambio de información con Seúl sobre la energía nuclear que tiene por objeto reforzar el paraguas de seguridad estadounidense y tranquilizar al aliado surcoreano.
“Estados Unidos no ha tomado tales medidas, realmente, desde el tiempo de la Guerra Fría con un puñado de nuestros aliados más cercanos en Europa”, afirmó el funcionario.
“Queremos asegurarnos de que, al adoptar estas medidas, no se cuestione nuestro compromiso con una mayor disuasión”, añadió, poco antes de la entrevista entre ambos líderes en la Casa Blanca.
Corea del Norte ha lanzado este año un número sin precedentes de misiles balísticos.
Otro funcionario, también bajo condición de anonimato, aseguró que Estados Unidos no tenía intención de estacionar armas nucleares en Corea del Sur.
Además, Seúl reafirmará en la declaración su compromiso de no buscar adquirir su propio arsenal nuclear.
Más “visible”
Para Estados Unidos, se trata de hacer “más visible nuestro sistema de disuasión mediante el despliegue a intervalos regulares de medios estratégicos, incluida la visita de un submarino nuclear a Corea del Sur, que no se produce desde principios de la década de 1980”, dijo el funcionario estadounidense.
Además de los submarinos, habrá “un ritmo regular de visitas de bombarderos y portaaviones”. Pero no habrá “estacionamiento de estos medios ni de armas nucleares obviamente”, agregó.
El funcionario dijo que las autoridades estadounidenses habían advertido previamente a las chinas para explicarles “el razonamiento” que llevó a estas medidas, aunque es probable que Pekín denuncie una nueva escalada en la región.
Y reiteró la “decepción” de Washington, que lamenta que Pekín no haya “usado su influencia” sobre Pyongyang.
Los presidentes Biden y Yoon adoptarán otras medidas en materia de cooperación económica, cibernética y de cambio climático.
La visita de Estado del presidente surcoreano es solo la segunda de un líder extranjero bajo la presidencia de Biden, luego de la del francés Emmanuel Macron en diciembre pasado.
Este miércoles habrá una ceremonia de bienvenida en la Casa Blanca seguida de una entrevista y una cena de gala. Washington ha sido adornada con banderas de Corea del Sur desde hace varios días.
Al llegar a la capital el martes, el presidente surcoreano visitó el cementerio de Arlington y el Centro Espacial Goddard de la NASA cerca de Washington, acompañado por la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris.
Por la noche visitó junto a Biden el Monumento a la Guerra de Corea, ubicado en el centro de Washington y que muestra figuras de acero a escala real de soldados que patrullan durante la Guerra de Corea (1950-1953) contra el norte comunista.