Los ministros de Energía y de Medio Ambiente de los países del G7 se reunirán en Japón este fin de semana para discutir medidas en contra del cambio climático. Sin embargo, las posibilidades de que se adopten medidas fuertes son escasas debido a las opiniones encontradas de los países miembros sobre cuándo abandonar las energías fósiles.
El Reino Unido, junto con Francia, propuso que los países del G7 dejen de utilizar el carbón para producir electricidad en 2030, mientras que otros países proponen objetivos más difusos para 2035. La propuesta de Japón de justificar nuevas inversiones en el sector del gas en nombre de la “seguridad energética” también ha generado debate.
Algunas organizaciones no gubernamentales temen que la reunión desemboque en un retroceso en materia de compromisos climáticos, lo cual enviaría malas señales al resto del mundo antes de la cumbre del G20 en India y de la COP28 de Dubái de finales de año. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió que el calentamiento global causado por la actividad humana provocará que las temperaturas medias suban 1,5 ºC respecto a la era preindustrial a partir de 2030-2035. Por lo tanto, es crucial que se adopten medidas eficaces en esta “década crítica” para reducir las emisiones mundiales de gases con efecto invernadero.