El presidente estadounidense, Biden, se reúne este miércoles en Varsovia con nueve dirigentes de países de la OTAN de Europa central y del este para reafirmar el apoyo “inquebrantable” de Washington frente a Rusia, a dos días de que se cumpla un año de la guerra en Ucrania.
Biden “se encontrará con los dirigentes de los Nueve de Bucarest (B9), un grupo de aliados de la OTAN de nuestro flanco oriental, en presencia del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, para reafirmar el apoyo inquebrantable de Estados Unidos con la seguridad de la Alianza”, subrayó un comunicado de la Casa Blanca.
El acto previsto en el palacio presidencial de Varsovia reunirá a los líderes de Bulgaria, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Rumania, antiguos miembros de la Unión Soviética o del Pacto de Varsovia y ahora integrados en la alianza transatlántica.
La reunión ocurre un día después de un virulento discurso del presidente ruso, Vladimir Putin, que prometió cumplir “sistemáticamente” los objetivos de la ofensiva lanzada hace casi un año en Ucrania y anunció la suspensión de la participación de Rusia en el tratado Nuevo START con Estados Unidos sobre armas nucleares.
Putin acusó a los países occidentales de utilizar el conflicto en Ucrania para “acabar” con Rusia y cargó en ellos “la responsabilidad de atizar el conflicto ucraniano y de sus víctimas”.
Horas después, Biden respondió en un discurso en Varsovia que “Occidente no está conspirando para atacar a Rusia, como ha dicho hoy Putin”.
“Millones de ciudadanos rusos que solo quieren vivir en paz con sus vecinos no son el enemigo”, agregó.
“La OTAN no se dividirá”
En su discurso, un día después de una visita sorpresa a Kiev en la que prometió todavía más armas a su aliado en guerra, Biden aseguró que el apoyo estadounidense a Ucrania “nunca flaqueará”.
“Ucrania nunca será una victoria para Rusia, nunca”, dijo Biden.
“Nuestro apoyo a Ucrania nunca flaqueará, la OTAN no se dividirá y no nos cansaremos”, agregó el mandatario, que regresará el miércoles por la noche a Washington.
En paralelo al encuentro en Varsovia, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, debe reunirse el miércoles en Moscú con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
También podría encontrarse con Putin durante esta visita,
Estados Unidos acusó esta semana a China de estar considerando el envío de armas a Rusia para respaldar su ofensiva a Ucrania, pero el país asiático lo negó.
La entrega de armas de Pekín a Moscú sería una “línea roja” para la Unión Europea, estimó el jefe de la diplomacia comunitaria Josep Borrell, quien anunció que los países miembros del bloque podían tirar de sus propias reservas para acelerar el envío de armas y municiones a Ucrania.
Durante el discurso de Putin, las fuerzas rusas bombardearon Jersón, en el sur de Ucrania, causando la muerte de al menos cinco civiles, según las autoridades ucranianas.
En su alocución de una hora y 45 minutos, Putin no solo anunció la suspensión del tratado Nuevo START, sino que también se dijo dispuesto a reanudar los ensayos nucleares.
El anuncio fue matizado poco después por su ministerio de Relaciones Exteriores, en un comunicado donde aseguró que Moscú “mantendrá un enfoque responsable y seguirá respetando rigurosamente (…) las limitaciones cuantitativas de las armas estratégicas ofensivas” hasta la expiración de ese tratado en 2026.
El tratado Nuevo START, firmado en 2010 entre Rusia y Estados Unidos, tiene como objetivo limitar los arsenales nucleares de estos dos países.
Rusia ya había suspendido en agosto las inspecciones previstas de sus instalaciones militares.
Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, dijo que un mundo sin control del armamento nuclear era “mucho más peligroso”.
Desde el Vaticano, el papa Francisco aprovechó el cercano primer aniversario del inicio de la invasión para volver a pedir el fin de una guerra “absurda y cruel”, y advirtió que “una victoria construida sobre ruinas nunca será una verdadera victoria”.