Corea del Norte rechazó el miércoles la condena formulada por el secretario general de la ONU contra sus recientes lanzamientos de misiles balísticos al considerarla “injusta” y “desequilibrada”.
El país comunista, con armamento nuclear, disparó tres misiles prohibidos en los últimos cinco días, incluido un misil balístico intercontinental (ICBM) que, según Pyongyang, mostraron su capacidad para un “contraataque nuclear fatal sobre las fuerzas hostiles”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, respondió al disparo del ICBM del sábado con un comunicado en el que llamaba a Corea del Norte a “desistir inmediatamente de emprender más acciones provocativas”.
El viceministro de Relaciones Exteriores expresó “el fuerte descontento y la protesta contra la actitud extremadamente injusta y desequilibrada” de Guterres, según un comunicado publicado por el medio estatal KCNA.
Kim Son Gyong dijo que la declaración de Guterres ignoraba los “peligrosos” ejercicios militares conjuntos realizados por Washington y Seúl y que debería “adoptar una actitud justa y equilibrada”.
De acuerdo con el viceministro, los disparos de misiles de Corea del Norte son una “contramedida” justificada por el reciente despliegue de bombarderos estratégicos estadounidenses en la península coreana.
La poderosa hermana del líder Kim Jong Un, Kim Yo Jong, ya había advertido que Pyongyang seguía de cerca los movimientos de Washington y Seúl ante el despliegue de más activos estratégicos en la región.
“La frecuencia de usar el Pacífico como nuestro campo de disparo depende del carácter de las acciones de las fuerzas estadounidenses”, dijo Kim Yo Jong en un comunicado en KCNA el lunes.