El Ministerio de Defensa de Bielorrusia llevó a cabo hoy ejercicios tácticos con tanques y blindados con fuego real en polígonos cercanos a las fronteras con las vecinas Polonia y Lituania, además de con Ucrania.
“En el polígono de Gozha los militares de la sexta brigada motorizada llevaron a cabo ejercicios tácticos integrales con prácticas de tiro de los pelotones de tanques”, informó Defensa en su canal de Telegram.
Los militares bielorrusos practicaron en el polígono ubicado en el oeste del país “el traslado de las unidades desde la zona de emplazamiento, la creación de posiciones para el combate, la defensa con pelotones de tanques y la retirada de la zona de combates”.
Defensa informó además que los efectivos de la 120 brigada motorizada realizaron ejercicios de tiro con transportes blindados BMP-2 en el polígono de Borísovo, ubicado cerca de las fronteras de Polonia y Ucrania.
“Los militares dispararon contra dianas estáticas y en movimiento con cañones 2A42 de 30 milímetros y ametralladoras de 7,62 milímetros”, añadió el mando bielorruso, según el cual los efectivos utilizaron drones para corregir el fuego a grandes distancias.
Aunque Minsk, el principal aliado de Moscú en su campaña militar contra la vecina Ucrania, asegura que sus maniobras militares son estrictamente defensivas, estas actividades generan preocupación en Kiev, especialmente en el contexto de la cooperación militar entre Rusia y Bielorusia.
El 10 de octubre del año pasado, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, anunció la creación en su país de una agrupación militar regional conjunta con Rusia.
Según el Ministerio de Defensa de Bielorrusia, el componente ruso de la agrupación regional militar conjunta estaría integrado por al menos 9.000 soldados, 170 tanques, 200 carros blindados y hasta 100 piezas de artillería y morteros de calibre mayor de 100 milímetros. Las autoridades ucranianas han descartado de momento un ataque desde territorio bielorruso, como ocurrió en el comienzo de la campaña militar rusa en Ucrania, ordenada por el presidente ruso, Vladímir Putin el 24 de febrero del año pasado.