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El Centro de Avalanchas del Noroeste dijo que espera avalanchas “peligrosas y a gran escala”
La costa oeste de Estados Unidos se prepara para nuevas lluvias torrenciales el viernes y el fin de semana, cuando los llamados ríos atmosféricos descarguen grandes cantidades de agua y nieve en una región donde los suelos ya están empapados.
California ha sido azotada en las últimas semanas por aguaceros que causaron la muerte de al menos 19 personas y provocaron inundaciones, cortes de electricidad y deslizamientos de tierra.
Los meteorólogos dicen ahora que el primero de dos ciclones que se dirigen del Océano Pacífico a la costa oeste extenderán la lluvia más al norte, formando una banda desde el norte de California hasta los estados de Oregón y Washington.
“Las precipitaciones más impactantes permanecerán concentradas en las costas del norte de California y el noroeste del Pacífico hasta el viernes por la noche, luego se ampliarán hacia el sur el sábado y hacia el este el domingo”, dijo el Servicio Meteorológico Nacional (NWS)en un comunicado del jueves.
“El norte de California se ha visto afectado por fuertes precipitaciones en las últimas dos semanas, y cualquier lluvia adicional podría representar una amenaza de inundaciones repentinas”, agregó.
Se esperan hasta 15 cm de lluvia en las próximas 48 horas en los alrededores de Seattle, una gran ciudad del noroeste de Estados Unidos.
Algunas partes del estado de Washington están bajo alerta de avalanchas, ya que la tormenta trae nieve más húmeda y pesada a las montañas.
El Centro de Avalanchas del Noroeste dijo que espera avalanchas “peligrosas y a gran escala” con el pasaje de este evento meteorológico.
Entre ellas se incluyen las “avalanchas de nieve húmeda”, que se producen cuando la nieve más húmeda se acumula sobre un manto de nieve ligera, haciendo que todo el conjunto sea inestable.
Aguas residuales
En el norte de California se pronosticaron hasta 1,8 metros de nieve sobre las montañas entre el viernes y el martes, con vientos de hasta 80 kilómetros por hora.
“¡Se desaconseja mucho viajar a la montaña este fin de semana!”.
En elevaciones más bajas, había una alerta de inundación en una extensa área que va desde los alrededores de San Francisco hasta Oregón.
Las advertencias llegaron mientras la región intenta recuperarse de los reiterados aguaceros anteriores.
San Francisco vivió sus dos semanas más lluviosas en 150 años, lo que puso a prueba los drenajes de la ciudad, donde las aguas residuales se mezclaron con la escorrentía pluvial.
“No saltes en los charcos. Especialmente en San Francisco…”, dijo Eileen White, de la Junta Regional de Control de Calidad del Agua, según el San Francisco Chronicle.
Las tormentas han dejado al menos 19 muertos en California.
Entre las víctimas hay conductores que fueron encontrados atrapados en sus automóviles sumergidos, personas golpeadas por árboles caídos y una pareja muerta en un desprendimiento de rocas.
En San Luis Obispo, miembros de la Guardia Nacional se unieron a la búsqueda de Kyle Doan, de cinco años, quien fue arrastrado por las aguas de la inundación cuando su madre trató de sacarlo de su automóvil para llevarlo a un lugar seguro.
Cambio climático
California está acostumbrada al clima extremo, y las tormentas de invierno son habituales.
Pero los científicos dicen que el cambio climático, potenciado por la quema de combustibles fósiles por parte del ser humano, está haciendo que estos eventos sean más feroces.
Si bien está causando desastres a corto plazo, la lluvia es muy necesaria en el oeste de Estados Unidos, donde más de dos décadas de sequía han impuesto restricciones sin precedentes en el uso del agua.
Sin embargo, los climatólogos advierten que incluso el tipo de aguaceros monstruosos que han azotado la región este mes no van a revertir más de 20 años de precipitaciones por debajo del promedio.
El lago Shasta, el embalse más grande del estado, todavía estaba en solo dos tercios de su promedio histórico a principios de enero, según datos del departamento de recursos hídricos.