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Los precios en Venezuela han ido aumentando constantemente incluso cuando están denominados en moneda extranjera.
Según datos recabados por Ecoanalítica, firma de investigación de mercado, los precios marcados en dólares han crecido cerca de 54% durante 2022, afectando los ingresos y ahorros de los venezolanos que han estado utilizando el dólar estadounidense como cobertura contra la inflación.
Precios crecen incluso en dólares en Venezuela
La inflación ha vuelto a subir en Venezuela, con precios de productos y servicios subiendo incluso cuando están denominados en dólares. Asdrúbal Oliveros, economista y socio de Ecoanalítica, firma de investigación de mercados, afirmó que los precios en dólares subieron cerca de 54% durante 2022, afectados por la inflación que actualmente golpea al país.
Entre los rubros más afectados se encuentran los alimentos y bebidas, que registraron un alza de precios de 66,7%. De igual manera, los precios en el sector de restaurantes y hospedaje, ligado al turismo nacional e internacional, aumentaron en un 95%, siendo este el sector que registró el mayor salto.
Con los precios denominados en la moneda fiduciaria nacional, las cifras de inflación son aún peores, con los precios de los alimentos y bebidas aumentando un 150 % durante el mismo período.
El país salió recientemente de un período de hiperinflación que comenzó en 2017 y terminó en enero de 2022, cuando el país registró 12 meses con tasas de inflación mensuales inferiores al 50%.
Un proceso de dolarización no oficial
Si bien la mayoría de las tiendas aún aceptan bolívares, la moneda local, como medio de pago, desde hace un tiempo los precios se han marcado en dólares para simplificar el manejo de inventarios y precios. Los pagos en dólares han estado en declive desde que el gobierno propuso y estableció un impuesto para su uso en marzo, pero el dólar estadounidense todavía se usa ampliamente como unidad de cuenta.
Este aumento de precios, que se ha denominado popularmente como “inflación en dólares”, ahora está afectando los ahorros de muchos venezolanos que, al igual que los argentinos, se han refugiado en divisas y en monedas estables vinculadas al dólar como cobertura contra la inflación. El bolívar enfrentó una espiral descendente durante los dos últimos meses de 2022, cayendo a mínimos históricos y exacerbando la demanda de otras monedas más estables.
La firma espera que esta tendencia continúe, y que los precios también aumenten significativamente en 2023. Sin embargo, esto podría cambiar dependiendo de la apertura del gobierno venezolano para adoptar un proceso de dolarización más oficial.