Amir Nasr Azadani, cuya noticia de su condena a muerte por participar en las protestas antigubernamentales consternó al mundo, ha recibido esta pena de prisión tras celebrarse el juicio.
El régimen iraní ha sentenciado este lunes al futbolista Amir Nasr Azadani a 26 años de cárcel por el supuesto asesinato de tres miembros de las fuerzas de seguridad, colusión para cometer delitos y ser miembro de grupos ilegales. El arresto de Azadani se volvió viral y provocó críticas en todo el mundo cuando asociaciones de futbolistas y medios internacionales anunciaron en diciembre, en pleno Mundial de fútbol, que el deportista había sido condenado a muerte. “Matan en la calle con armas y en prisión con la ley”, afirmó en Twitter el abogado Saeid Dehghan acerca de la situación en el país.
La fuerte represión policial ha provocado cerca de 500 muertes, entre civiles y miembros de las fuerzas de seguridad del régimen, y casi 20.000 detenidos desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini bajo custodia policial tras haber sido arrestada por la policía de la moral por no llevar correctamente el velo islámico. De forma paralela a la represión policial, los tribunales aceleran las sentencias en unos juicios calificados como de “farsas” e “injustos” por la ONG Amnistía Internacional (AI). El régimen suma ya 16 condenas a muerte y cuatro ejecuciones públicas las dos últimas, este mismo fin de semana en un intento de detener las protestas que sacuden el país desde el pasado septiembre.
La muerte de Amini, de 22 años, tras ser detenida por la policía de la moral por no llevar bien el velo islámico desató unas protestas en las que la población, tanto dentro como fuera de Irán, pide el fin del régimen de los ayatolás y de la República Islámica. Los jóvenes son los protagonistas de estas protestas al grito de “mujer, vida, libertad”.
Las últimas tres sentencias a muerte fueron anunciadas este lunes. Saleh Mirhashemi, Majid Kazemi Sheikh Shabani y Saeed Yaqoubi han sido condenados a muerte por moharebe enemistad contra Dios por el supuesto asesinato de tres basijis (fuerzas de seguridad paramilitar), el16 de noviembre en la ciudad de Isfahan, según informó la agencia de noticias Mizan.
Los tres condenados se unen a al menos otros 13 sentenciados a muerte en la horca en los últimos meses por el presunto asesinato de miembros de las fuerzas de seguridad, pero también por herir a policías o bloquear calles, según las autoridades iraníes. Entre los condenados se encuentran jóvenes de 18 años, como Arshia Takdastan, sentenciado la semana pasada a la horca acusado de ser el líder de la multitud en la plaza principal de la ciudad de Noushar y cometer importantes acciones delictivas en los disturbios.
Las autoridades iraníes han ejecutado hasta ahora a cuatro acusados de participar en las protestas: La primera, el 8 de diciembre, cuando fue ahorcado Mohsen Shekari, de 23 años, por presuntamente herir a un basiji con un cuchillo, bloquear una calle y crear terror en Teherán. Solo cuatro días después, fue ejecutado en público un segundo manifestante, Majid Reza Rahnavard, acusado de asesinar a dos agentes de seguridad. Y este sábado, fueron ejecutados Mohammad Mehdi Karami y Mohammad Hosseini por el supuesto asesinato de un basiji.