Un tribunal turco ha dictaminado suspender el juicio en rebeldía de 26 saudíes acusados del asesinato del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi y transferir el caso a Arabia Saudita.
El periodista de 59 años fue asesinado dentro del consulado saudí en Estambul el 2 de octubre de 2018.
La semana pasada, el fiscal había pedido que el juicio en rebeldía fuera transferido a las autoridades saudíes.
El ministro de justicia de Turquía dijo más tarde que el gobierno aprobaría la solicitud.
La prometida de Khashoggi, Hatice Cengiz, dijo que apelaría la decisión a pesar de las advertencias de los grupos de derechos humanos.
“Decidimos detener y entregar el caso a Arabia Saudita”, dijo el jueves el tribunal de Estambul, accediendo a la solicitud del fiscal el 31 de marzo.
La decisión se tomó a pesar de las advertencias de grupos de derechos humanos de que entregar el caso al reino conduciría a un encubrimiento del asesinato, que un informe de inteligencia estadounidense de 2018 vinculó al príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman.
La prometida de Khashoggi, Hatice Cengiz, académica e investigadora turca, dijo que apelaría la decisión.
Turquía “no está gobernada por una familia como en Arabia Saudita”, dijo, y dijo a los periodistas fuera de la corte que “tenemos un sistema de justicia que aborda las quejas de los ciudadanos”.
“Apelaremos la decisión de acuerdo con nuestro sistema legal”, agregó.
Turquía ha estado tratando de reparar su relación con Arabia Saudita y una serie de otros países de la región.
El miércoles, Human Rights Watch (HRW) había pedido al gobierno turco que abandonara el plan.
“Transferir el juicio de Khashoggi de Turquía a Arabia Saudita terminaría con cualquier posibilidad de justicia para él y reforzaría la aparente creencia de las autoridades saudíes de que pueden salirse con la suya”, dijo Michael Page, subdirector para Medio Oriente de HRW, en un comunicado. .
“Las autoridades turcas deberían revertir su decisión y no contribuir más a afianzar la impunidad saudí entregando el caso de Khashoggi a las mismas personas implicadas en su asesinato”.
Un tribunal saudita condenó a ocho agentes de nivel inferior responsables del asesinato a penas de prisión de siete a 20 años en un juicio que careció de transparencia.
En noviembre de 2018, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo que el asesinato fue “premeditado” y que la orden de matar a Khashoggi procedía de los “niveles más altos” del gobierno saudí.
Desde entonces, el gobierno turco ha revertido sus declaraciones en las que pedía una investigación internacional sobre el asesinato.