Miles de indígenas marcharon en la capital de Brasil para presionar al Congreso para que no apruebe la legislación propuesta por el gobierno de extrema derecha del presidente Jair Bolsonaro que abriría sus tierras protegidas a la minería y la agricultura comerciales.
Según la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), unas 6.000 personas de 176 grupos diferentes marcharon el miércoles hacia el Congreso Nacional en Brasilia como parte de una protesta anual de 10 días exigiendo la protección de la tierra y los derechos indígenas.
Cantando y sosteniendo carteles que criticaban a Bolsonaro, los participantes pidieron una mayor representación indígena en el parlamento, donde actualmente no hay funcionarios electos indígenas.
Los líderes indígenas y sus partidarios dicen que el gobierno no ha logrado controlar la minería ilegal y la deforestación en las reservas indígenas.
Afirman que la falta de control aumenta la deforestación en la vasta selva tropical, lo que lleva a un aumento de los enfrentamientos violentos entre los invasores de tierras y los grupos tribales locales.
Bolsonaro ha dicho que los indígenas tienen demasiada tierra, lo que frena el desarrollo del país, y se comprometió a no reconocer ni una pulgada más de tierras de reserva. Los ambientalistas dicen que las reservas salvan la selva tropical de la destrucción.
Los líderes indígenas y sus partidarios dicen que el gobierno no ha logrado controlar la minería ilegal y la deforestación en las reservas indígenas.
Los líderes indígenas afirman que la falta de control aumenta la deforestación en la vasta selva tropical, lo que lleva a un aumento de los enfrentamientos violentos entre los invasores de tierras y los grupos tribales locales.
Las elecciones para presidente, senadores y gobernadores y diputados estatales están programadas para finales de este año, cuando los activistas indígenas esperan lograr avances políticos en un sistema que en gran medida los ha dejado con poca influencia sobre las políticas federales de tierras.
La marcha fue parte del 18º Campamento Indígena Tierra Libre anual que vuelve a las calles después de dos años de reuniones virtuales debido a la pandemia.
Según APIB, el 13 por ciento del territorio de Brasil es tierra de reserva indígena protegida, con el 98 por ciento de eso en la región amazónica. Pero 400 comunidades indígenas siguen luchando para que se reconozcan sus tierras ancestrales.