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La gran mayoría de los satélites lanzados la semana pasada caerán a la Tierra y se quemarán en lugar de ponerse en órbita, dice SpaceX, “a un costo considerable para nosotros”
SpaceX ha confirmado que una tormenta geomagnética destruyó la mayoría de los satélites Starlink que lanzó el pasado viernes.
La compañía de Elon Musk dijo que 40 de sus 49 satélites iban a caer a la Tierra, aunque están diseñados para quemarse al volver a entrar, después de que una tormenta espacial los “afectara significativamente”.
Formaban parte de una constelación de satélites planificada que pretende eventualmente proporcionar una cobertura de Internet constante para la mayor parte del mundo.
¿Qué es Starlink?
El proyecto Starlink está destinado a proporcionar acceso a Internet de velocidad de banda ancha en todo el planeta y generar dinero para otras ambiciones espaciales de Musk.Anuncio publicitario
Musk dijo: “Creemos que este es un paso clave en el camino hacia el establecimiento de una ciudad autosuficiente en Marte y una base en la luna”.
La empresa ya ha lanzado 2.000 satélites y tiene permiso de las autoridades estadounidenses para enviar 12.000 en total.
Pero los críticos temen que la flota de satélites arruine el cielo nocturno para los astrónomos que intentan observar partes distantes del universo.
SpaceX dice que está oscureciendo sus satélites con una actualización de software para que vuelen con su “filo de cuchillo” hacia el sol para minimizar los reflejos.
¿Qué sucedió?
La tormenta, que fue causada por la actividad solar, hizo que la atmósfera de la Tierra se calentara y se expandiera.
Esto no es inusual en sí mismo, y el impacto de una tormenta geomagnética en las naves espaciales que salen de órbita también ha sido mencionado como una preocupación por parte de la NASA en su plan para estrellar la Estación Espacial Internacional en un “cementerio de naves espaciales” cuando finalmente se retire.
La atmósfera más densa en la altitud orbital inicial de los satélites provocó que la resistencia atmosférica aumentara hasta un 50% más de lo que SpaceX había visto en lanzamientos anteriores, dijo la compañía.
En última instancia, esto significa que “hasta 40 de los satélites volverán a entrar o ya han vuelto a entrar en la atmósfera terrestre”, dijo.
Los satélites no representan ningún riesgo para la Tierra, agregó la compañía.
“Los satélites que salen de órbita plantean un riesgo de colisión cero con otros satélites y, por diseño, desaparecen al volver a entrar en la atmósfera, lo que significa que no se crean desechos orbitales y ninguna parte del satélite golpea el suelo”.
La compañía dijo que desplegó sus satélites en órbitas más bajas “de modo que en el caso muy raro de que un satélite no pase las comprobaciones iniciales del sistema, será rápidamente desorbitado por la resistencia atmosférica”.
“Si bien la baja altitud de despliegue requiere satélites más capaces a un costo considerable para nosotros, es lo correcto para mantener un entorno espacial sostenible”, agregó.
