Todos los sitios monoclonales en Florida se cerrarán después de que la FDA detuvo el uso de medicamentos de anticuerpos, dijo el Departamento de Salud del estado el lunes por la noche.
“Como resultado de esta decisión abrupta tomada por el gobierno federal, todos los sitios estatales de anticuerpos monoclonales estarán cerrados hasta nuevo aviso”, dijo el departamento de salud en un comunicado de prensa.
La Administración de Drogas y Alimentos revocó la autorización de emergencia para medicamentos de anticuerpos de Regeneron y Eli Lilly, que fueron comprados por el gobierno federal y se han administrado a millones de estadounidenses con COVID-19.
Los reguladores de salud de EE. UU. dijeron que ya no deberían usarse porque no funcionan contra la variante ómicron que ahora representa casi todas las infecciones de EE. UU. Si los medicamentos resultan efectivos contra futuras variantes, la FDA dijo que podría volver a autorizar su uso.
Las personas que tenían citas para el tratamiento monoclonal serán contactadas por correo electrónico, dijo el departamento de salud del estado. Más de 2,000 personas en Florida estaban programadas para ese tratamiento el martes, según un comunicado de la oficina del gobernador.
El gobernador Ron DeSantis ha sido un firme partidario de Regeneron y los tratamientos con anticuerpos, promoviéndolos más que las vacunas.
“Sin una pizca de datos clínicos que respalden esta acción, Biden ha obligado a profesionales médicos capacitados a elegir entre tratar a sus pacientes o infringir la ley”, dijo DeSantis en un comunicado el lunes.
“Este edicto indefendible quita el tratamiento de las manos de los profesionales médicos y les costará la vida a algunos estadounidenses. Hay implicaciones del mundo real para el autoritarismo médico de Biden: el acceso de los estadounidenses a los tratamientos ahora está sujeto a los caprichos de un presidente fallido”.
La Casa Blanca emitió un comunicado el lunes por la noche reiterando que los tratamientos con anticuerpos no funcionan contra la variante ómicron.
El gobierno de Estados Unidos suspendió temporalmente la distribución de ambos fármacos a finales de diciembre, cuando ómicron se propagaba por todo el país hasta convertirse en la variante dominante. Sin embargo, las autoridades reanudaron la distribución luego de las quejas de gobernadores republicanos, entre ellos Ron DeSantis, de Florida, quien aseguró que los medicamentos seguían ayudando a algunos pacientes infectados con ómicron.