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Esta es una receta ideal para compartir y disfrutar con tu familia, así pasaras tiempo con ellos mientras las preparas, toman un café o un chocolates, escuchando una buena música no dejes pasar el tiempo porque ya que pasa no se puede recuperar
Esta delicia, que consiste en una masa en forma de tubo, rellena de queso ricotta y mezclada con otros ingredientes, puede llegar a ser adictiva. De hecho, se ha masificado por muchas partes del mundo, con distintas variantes.
Hay quienes lo rellenan con crema pastelera de vainilla o chocolate, y más. Los puede acompañar con chocolate, pistacho, frutas confitadas o cualquier otro ingrediente de su agrado.
Prepararlos en casa es una opción divertida. Lo único que necesita es un utensilio clave: los tubitos metálicos para formar los cannoli, que pueden adquirirse en tiendas de repostería. Aunque hay quienes los hacen con listoncitos cilíndricos de madera.
Ingredientes
Para la masa
- 1 taza de harina blanca
- 1/2 cucharadita de azúcar
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cucharadita de cacao en polvo
- Aceite para freír
- 1-2 cucharadas de vino blanco seco
- 1 huevo grande ligeramente batido
Para el relleno
- 2 cucharadas de lágrimas pequeñas de chocolate
- 1 taza de crema de ricotta
- 2 cucharadas de piel de fruta confitada, puede ser naranja o limón
Preparación
La masa
- Mezcle la harina, el azúcar y el cacao en polvo. Con los dedos o con una cuchara de madera, añada la mantequilla, hasta que la mezcla adquiera consistencia.
- Vierta suficiente vino para que quede ligada. No la trabaje en exceso. Cubra esa pasta con papel film transparente y refrigérela 30 minutos como mínimo.
- En una tabla ligeramente enharinada, extienda la masa hasta dejarla en 0,3 cm de grosor. Corte 8 formas ovaladas de unos 8×12,5 cm. Coloque un tubo metálico o de madera para cannoli en el centro de cada una, a lo largo, y levante los bordes de la masa para formar cilindros. Pinte con huevo batido para sellarla.
Al freír
- Caliente 10 cm de aceite en un caldero o sartén de fondo hondo a fuego medio-alto. Lleve el aceite a 185°C; compruebe la temperatura del aceite con un termómetro de cocina. En caso de que no disponga de uno, vierta en el aceite un poco de masa. Cuando flote y empiece a chisporrotear, el aceite estará listo.
- Fría varias porciones de cannoli a la vez, con los tubos en el interior, unos 10 minutos, dándoles la vuelta para dorarlos de manera uniforme. Retírelos del aceite, déjelos escurrir bien y extraiga los tubos del centro mientras los cilindros todavía están calientes. Déjelos enfriar antes de rellenarlos.
- Dato: la pasta de cannoli se puede conservar en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta una semana.
Para la crema de ricotta (para una taza)
- 1 taza (250 g) de queso ricotta
- 125 g de azúcar extrafino
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 taza de lágrimas de chocolate (opcional)
Preparación
- Forre un colador con estopilla o un filtro grande de café. Eche el queso en el colador y déjelo escurrir durante varias horas a temperatura ambiente o toda la noche en la nevera.
- Ponga el queso en un cuenco y bátalo con un batidor, hasta que adquiera una consistencia ligera y esponjosa. Agregue el azúcar y la sal y continúe batiendo. Incorpore las lágrimas de chocolate (opcional), cubra el cuenco y reserve la crema.
Para el relleno
- Mezcle la lágrimas de chocolate y la piel de fruta confitada con la crema de ricotta. Rellene los cilindros de masa crujiente con la crema. Llénelos bien. Espolvorear con azúcar glas.