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Si la fase inicial tiene éxito, podría derivar en una vacuna preventiva contra las formas más agresivas de cáncer de mama. Se espera que el fármaco se pueda administrar a personas sanas con riesgo de padecer la enfermedad a partir de mediados de 2022
La Clínica Cleveland ha anunciado el inicio de la fase de ensayos con humanos de la primera vacuna contra el cáncer de mama triple negativo, el más agresivo y con la tasa de mortalidad más alta.
Los ensayos empezaron el 1 de octubre y se espera que la primera parte del estudio finalice en mayo de 2022, no obstante, la investigación completa no se estima que acabe hasta septiembre de ese mismo año.
Hasta ahora, el desarrollo del análisis estaba limitado a pruebas con animales o trabajos en los laboratorios, pero esta semana la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ha dado luz verde a comenzar los ensayos del fármaco con humanos y ha aprobado la solicitud e investigación de la vacuna.
Además, desde la Clínica Cleveland han difundido en Twitter un vídeo explicativo de cómo el sistema inmunológico del cuerpo genera una respuesta contra los tumores emergentes para evitar que crezcan.
Primera prueba con humanos
Durante el ensayo, 24 persones se someterán a pruebas de tres vacunas cada dos semanas en las que se especificará la dosis máxima del fármaco. Asimismo, los participantes contarán con un exhausto seguimiento médico a largo plazo.
Según ha afirmado Clinical Trials, la vacuna aumentará la respuesta inmunitaria del cuerpo, y, aunque siendo todavía pruebas experimentales, los expertos creen que será todo un éxito: “Lo hará de la misma manera que el sistema inmune batalla una infección tras recibir una vacuna contra esa infección”.
Cáncer de mama triple negativo
Esta variante del cáncer de mama actualmente no responde a terapias hormonales y únicamente se previene con una mastectomía. El cáncer de mama triple negativo afecta sobre todo a mujeres jóvenes premenopáusicas y tiene una tasa de mortalidad muy elevada, con un 12% de posibilidades de sobrevivir a cinco años vista.
Además, la posibilidad de que este cáncer se extienda por otras partes del cuerpo es de entre un 6% y un 22%, según un estudio global sobre el cáncer de mama metastásico.