El volcán Etna, en la isla italiana de Sicilia, ha experimentado una nueva erupción en su cráter sureste. Este ha provocado una lluvia de cenizas sobre campos y municipios de las inmediaciones.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología italiano (INGV) informó que a primera hora se registró un flujo adicional de material piroclástico procedente del cráter sureste del volcán Etna. Ha vivido 52 eventos paroxísticos desde febrero.
“El flujo se dividió en dos tramos, el primero se dirigió hacia el sur, deteniéndose a unos cientos de metros, mientras que el segundo lo hizo hacia el Valle del Bove”, se indica en el comunicado.
La emisión de lava de la erupción del Etna en Italia. Esto generó una lluvia de cenizas que se extendió y que cayó sobre las localidades. El flujo del magma se dividió en dos tramos, el primero se dirigió hacia el sur, deteniéndose a unos cientos de metros, mientras que el segundo lo hizo hacia el Valle del Bove.
La fase eruptiva del volcán Etna en la que se encuentra no ha afectado a las operaciones del aeropuerto de la zona, de Catania, que permanece en pleno funcionamiento.
La mayor asociación de ganaderos y agricultores de Italia afirmó que estos episodios generan graves daños a los cultivos de la zona. Pidió una intervención urgente por parte del Gobierno que “proteja a los empresarios agrícolas con reglas rápidas”.
Nueva cumbre a 3.357 metros
Las últimas erupciones en el cráter sureste han llevado al volcán Etna a aumentar su altitud en 33 metros. Ahora, su nueva cumbre se sitúa a 3.357 metros sobre el nivel del mar.
Desde el año 1980, el cráter noroeste estaba considerado el más alto del volcán siciliano con 3.324 metros. Estos llegaron a alcanzar una cota máxima de 3.350 metros en 1981, antes de que sus bordes se fueran erosionando.