El Ministerio de Defensa de Taiwán ha confirmado casi un centenar de incursiones de aviones de combate chinos en su espacio aéreo durante las últimas 72 horas, un número prácticamente sin precedentes en lo que la isla ha descrito como una “amenaza de fuerza” por parte de Pekín, que reclama su soberanía sobre ella desde hace décadas.
A los 38 aviones confirmados el viernes y a los 39 del sábado se suman otros 16 aviones de combate que han atravesado la llamada Zona de Identificación de Defensa Aérea de Taiwán: ocho aviones de combate, cuatro Su-30 y dos KJ-500.
Como ocurrió en las ocasiones previas, las Fuerzas Aéreas de Taiwán avisaron por radio a los aparatos de que habían activado sus defensas aéreas como medida de precaución.
Las incursiones han recibido la condena de las autoridades taiwanesas. El primer ministro, Su Tseng Chang, ha acusado a China de participar “en una agresión militar sin sentido que daña la paz regional”.
El experto de la Asociación de Estudios de Prospectiva Estratégica de Taiwán, Chieh Chung, ha explicado que las incursiones de estos días, empezando por la del viernes, que coincidió con la celebración del Día Nacional de China, es una “exhibición de fuerza” por parte del Ejército chino para demostrar su capacidad de desplegar activos militares en Taiwán en cualquier momento.
Además, dijo Chieh, los aviones eran de diferentes escuadrones, lo que fue una demostración para Taiwán y Estados Unidos de las capacidades de combate conjuntas del Ejército para reunir rápidamente activos de diferentes unidades.
El Gobierno chino lanzó el jueves un durísimo comunicado en el que denunciaba los esfuerzos internacionales del ministro de Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, para refrendar la independencia de la isla como “actos de un quejica” y “no mucho más importantes que el zumbido de las moscas”, según recoge el portal Taipei Times.
Hay que recordar que China considera a la isla parte de su territorio aunque está gobernada por autoridades independientes desde 1949.
Si bien el Ministerio de Exteriores taiwanés consideró que el ataque “no era digno” de comentarios, el consejo taiwanés para Asuntos del Continente lo denunció como un acto “difamación y abuso” que solo resalta aún más la grosera descortesía de China y lo lejos que está de ser parte de la sociedad civilizada.