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La colada orientada más al norte prácticamente se ha detenido, mientras la otra avanza “muy lento”, a unos 4 metros por hora
Cómo se mide el Índice de Explosividad Volcánica
La lengua de lava del volcán de Cumbre Vieja en La Palma sigue sin detenerse, avanzando lentamente y acumulando magma incandescente hasta las 12 metros de altura en ciertos puntos. Este muro de material incandescente se ha ralentizado hasta casi detenerse en la lenguas que ha bajado por el Camino del Pastelero y avanza muy despacio en la colada que ha sepultado el barrio de Todoque.
Al no avanzar y empezar a acumularse este muro de lava, aumenta la altura y la anchura de la colada, incrementando peligrosamente su potencial destructivo por el peso y la presión que ejerce sobre las edificaciones que ha alcanzado. El volcán que despertó el pasado domingo a las 15.12 en la zona de Cabeza La Vaca sigue expulsando lava, con una fase estable aunque más explosiva en las últimas horas. Estas explosiones se han podido sentir en el valle de Aridane, a las 22 horas del jueves, tal y como ha informado el Instituto Volcanológico de Canarias, Involcán.
La colada ya alcanza casi los cuatro kilómetros de largo y ha aumenta su perímetro hasta los 15,7 kilómetros y 240 hectáreas. El número de edificaciones afectadas se mantiene, en torno a las 370, fruto de la emisión 26 millones de metros cúbicos de lava que se desplazan ladera abajo en su camino al mar. Además ha cubierto un total de 180,1 hectáreas destruyendo hasta 14 kilómetros de carreteras.
A última hora de este jueves, la directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, María José Blanco, ha precisado que una colada de lava prácticamente se ha detenido –la orientada más al norte–, mientras la otra avanza «muy lento», a unos 4 metros por hora, algo que matiza es normal al alejarse del centro de emisión, a lo que se une que además debe arrastrar el material previo, parte de él frío, y adaptarse a la topografía del terreno.
Los expertos no estiman que la colada llegue al Atlántico este viernes, ya que se encuentra a en torno a 2 kilómetros de la costa. En este momento, preocupa el volumen de ceniza que este volcán de Cumbre Vieja está expulsando, que puede tener consecuencias para la salud, con afección en las vías respiratoria, ojos y e irritaciones en la piel. El daño que este manto negro que cubre el oeste de La Palma tendrá afección en los cultivos, y posiblemente los acuíferos podrían verse dañados.
Unos 300 efectivos de diferentes cuerpos de seguridad y emergencias controlan un perímetro de seguridad de 2 kilómetros alrededor de la lengua de lava, y dan acceso controlado y seguro a los vecinos de Todoque para que recojan sus pertenencias más importantes. La lentitud de la lava ha dado un respiro también a los agricultores de la zona, que han podido acercarse a sus fincas a regar sus cultivos, principalmente de plátano.
En cuanto a los evacuados, más de 6.000 personas, han sido trasladados progresivamente de los centros de acogida de emergencia, centralizados en el acuartelamiento de Breña Baja conocido como El Fuerte a otros alojamientos. Por El Fuerte han pasado más de 400 personas pero solo 135 se encontraban albergadas en él en los últimos días. De estas, 86 han sido desplazadas a un hotel en Fuencaliente, La Palma & Teneguía Princess y en El Fuerte permanecen 49 vecinos. De estos, 28 están cargo del Servicio Canario de la Salud por diferentes patologías y las otras 19 han preferido mantenerse en esa centro.
La nube tóxica de azufre se mantiene a 4,5 kilómetros por encima de la boca del volcán palmero, con una media de emisión de 12.000 toneladas diarias de gases, aunque la calidad del aire sigue siendo buena.