El portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, ha pedido a Rusia que responda “al mundo” sobre “lo que están haciendo, con qué fuerzas, con qué capacidades y cuáles son sus intenciones” en el este de Ucrania, donde la “concentración militar solo causa inestabilidad y más inseguridad”.
Así lo ha aseverado Kirby tras numerosas preguntas sobre una concentración de militares rusos en Crimea y a lo largo de la frontera de Rusia con Ucrania, a lo que ha respondido también que “estas son excelentes preguntas para hacerle al (ministro de Defensa Sergey) Shoygu en Moscú”.
Los funcionarios de la Casa Blanca han clasificado el “crecimiento militar” ruso en la región como “la más grande desde 2014”, y muchas naciones han pedido a Rusia “una explicación”, “recibiendo respuestas débiles sobre entrenamiento o ejercicios”, ha señalado el Pentágono.
Kirby ha asegurado que no cree que los rusos “hayan sido totalmente transparentes sobre lo que están haciendo” y no ha querido detallar el alcance de la concentración rusa, si bien ha precisado que está en Crimea, todavía parte de Ucrania y a lo largo de la frontera oriental.
Por otro lado, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha conversado este viernes con sus homólogos francés y alemán sobre la “importancia de apoyar a Ucrania contra las provocaciones unilaterales rusas a lo largo de la ‘línea de contacto’ en el este del país”.
En llamadas con el alemán Heiko Maas y el francés Jean-Yves Le Drian, Blinken ha ahondado en la “necesidad de que Rusia cese de inmediato su acumulación militar y su retórica incendiaria”.
Asimismo, en las conversaciones se ha hecho hincapié en la necesidad de que ponga fin a “su concentración militar” en la zona, confirmando así su apoyo “inquebrantable a la soberanía e integridad de Ucrania”.
Las autoridades ucranianas han criticado durante los últimos días a Rusia por el despliegue de militares en una zona cercana a la frontera común, lo que ha sido rechazado desde Moscú, que argumenta que puede trasladar a sus militares por su territorio sin cortapisas.
En la zona los conflictos se han mantenido desde hace años por las tensiones entre Ucrania y Rusia. En el caso de Crimea, Rusia se anexionó este territorio durante el conflicto de 2014 con Ucrania antes de que la población decidiera su incorporación en un referéndum mientras que la región de Donbás vive desde hace años un conflicto armado que enfrenta a las tropas del Gobierno ucraniano y a los separatistas prorrusos.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia. Las hostilidades han dejado hasta la fecha al menos 13.000 muertos, según estimaciones de la ONU. /Con información de Europa Press