María Gabriela Mirabal, la mujer que denunció a su familia por corrupción, reveló la noche de este jueves detalles de su detención por parte de funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) el pasado 1 de diciembre en su residencia.
“Estoy saliendo de tribunales, por supuesto que la detención por causas irregulares. Manipulación de expedientes, y todo tipo de violación de justicia. Sigue el terrorismo judicial de éstos delincuentes”, indicó.
En ese sentido, señaló que la habían privado de libertad porque no había asistido a las citaciones.
“Las boletas (3) estaban sin enviar en el expediente. Me detuvieron porque yo no había cumplido con el régimen de presentación. Nunca tuve régimen de presentación. Es prohibición de salida del país”, expresó.
Mirabal sostuvo que la juez que conocía el caso “por esos motivos írritos que inventaron ‘instigación genérica’, se jubiló y cerró con broche de oro, cambiando inclusive la calificación del ‘delito’. Les vuelvo a decir: ni les temo ni callaré”.
El trato que recibió por parte del Cicpc
Por otra parte, hizo un reconocimiento a la división del Cicpc El Rosal, así como al jefe de la división, a sus inspectores Ronald Marcano, Johnny Flores y todos los funcionarios que allí laboran.
Créanme que esa división es ejemplo de lo que debiera ser cualquier organismo policial y de seguridad de cualquier país. Ellos me explicaron que estaban haciendo su trabajo, yo aparecía como ‘solicitada’ y debían buscarme. Total profesionalismo, correcto trato, y comprensión del momento de incertidumbre por el cual se pasa”, comentó.
Sin embargo, aseguró que no da su palabra por buena, dada la situación de terrorismo judicial vivida a través de estos años en otras sedes.
“Tuve la oportunidad de hablar con las mujeres que allí están detenidas, todas y cada una de ellas me confirmaron que nunca habían sido maltratadas. Ni de palabra ni de hecho por ningún funcionario de esa sede, que se les han respetado sus derechos humanos y que los jefes son afables, de trato fácil y preocupados por el asertivo funcionamiento. Créanme que esto hizo que la experiencia no fuera del todo negativa”, manifestó.
La denuncia sobre su familia
Vale recordar que Gabriela Mirabal había denunciado a su hermano, Gustavo Mirabal Castro, de ser testaferro de Alejandro Andrade, ex escolta de Hugo Chávez y extesorero de Venezuela, quien cumple condena en Estados Unidos sentenciado por el delito de lavado de dinero.
“Para quienes no conocen mi historia, mi hermano, Gustavo Adolfo Mirabal Castro, es testaferro de Alejandro Andrade. Se robó 250 millones de dólares. Compró a mis padres, hermanas, finalmente a mis hijos. Nunca fui partícipe de sus actos ilícitos; lo repudié y denuncié ante autoridades, a través de las redes sociales, dentro y fuera de Venezuela. Hoy se esconde en Dubai, rodeado de lujos y caprichos que el dinero mal habido compra. A raíz de mis denuncias se le cerraron muchas puertas, congelamiento de bienes y dinero. Las represalias no tardaron en llegar: Víctima de terrorismo judicial, secuestro, injurias, agresiones físicas y psicológicas. Prohibición de salida del país. No pudieron conmigo, hasta hoy”, había escrito la mujer. /Con información de CaraotaDigital