Desde que Nicolás Maduro dijo, el 22 de agosto de 2020, que no era mala idea comprar misiles a Irán, encendió las alarmas de muchos militares, gobernantes y analistas internacionales. La opinión pública venezolana, acostumbrada a oírle expresiones polémicas, mientras el país está inmerso en la diatriba política y en una crisis feroz, no pareció darle mayor importancia a la expresión. Pero el tema es realmente serio considerando las consecuencias que para Venezuela ya está teniendo la alianza con países como Rusia e Irán.
“Venezuela no tiene prohibición de comprar lo que necesite”, aclaró Maduro, a la vez que agregó: “Sí Irán tiene posibilidades de vendernos una bala o un misil, y nosotros tenemos posibilidades de comprarlo, ¡buena idea, Iván Duque!, aprobado, lo voy a hacer, lo vamos a hacer entonces, vamos a ver, hay que estudiarlo”, dijo como respuesta a que el mandatario colombiano denunció que Caracas alistaba la adquisición de misiles con ayuda de Teherán.
Cinco días después, Saeed Khatibzadeh, vocero del Ministerio Exterior de Irán, se apresuró a decir que el gobierno venezolano nunca ha solicitado comprarles misiles. Sin duda que era previsible que habría una respuesta por parte de Estados Unidos, aunque fue excesivamente contundente: “Haremos todo lo posible para detener los envíos de misiles de largo alcance, y si de alguna manera llegan a Venezuela serán eliminados allí”, le dijo Elliot Abrams a Fox News.
Un capitán de navío venezolano, que pidió reservar su nombre, le dijo a Infobae que “los Estados Unidos han demostrado su interés en lo que sucede con el avance iraní en el continente, por lo que en septiembre de 2008 el Departamento del Tesoro menciona a seis empresas militares de Irán claves en los programas de misiles balísticos y nucleares”.
“Además de mencionar al Ministerio de Logística de Defensa y Fuerzas Armadas (MODAFL) y a la Organización de Industrias de Defensa (DIO), los EEUU advirtieron, a través de Stuart Levey, subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera, que con esas fachadas Irán esconde, en lo que sería un velo empresarial, sus verdaderas intenciones en los negocios que hace con algunos países, a quienes incluso engaña para que se involucren, muchas veces sin saberlo, en negociaciones relacionadas con suministro para los misiles”.
“No creo que Venezuela está asistiendo a esa asociación de manera inocente. Por otra parte, la industria aérea de Irán tiene su fuerte en el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Defensa y Logística (MODAFL), encargada de los programas de investigación, desarrollo y fabricación de defensa iraní, principalmente en el apoyo a proyectos nucleares y de misiles para lo cual siempre hubo interés en los convenios firmados con Venezuela”, dice el alto oficial.
Aunque en el país no hay sectores, ni siquiera en la Oposición venezolana, que exija respuestas o analice lo que está sucediendo con los avances que Nicolás Maduro pudiera adelantar con países como Irán y sus cuestionados planes militaristas, un grupo de estudiantes universitarios, los de la Confederación Nacional de Estudiantes de Venezuela, hicieron una acción efectista precisamente ante la sede de la Comandancia General de la Armada, donde criticaron la compra de misiles “mientras no hay inversión, ni presupuesto para la educación venezolana”.
La presidente de la Frente de Centros Universitarios (FCU) de La Universidad del Zulia (LUZ), Yeissel Pérez, dijo que “la Confederación de Estudiantes de Venezuela (Confev) está a las puertas de la Comandancia General de la Armada para levantar nuestra voz”.
Para el presidente adjunto de la FCU de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Luis Palacios, “vemos cómo Nicolás Maduro gasta y llena a la nación de misiles y no en nuestra educación”.
Marlon Díaz, presidente de la FCU de la Universidad de Carabobo (UC), afirmó para comprar misiles y armamento, “no hay sanciones, pero para comprar alimentos y medicinas, dicen que sí las hay”.
Así mismo, Jesús Mendoza, del Consejo Universitario de la UCV, criticó que “para tener una beca universitaria nos exigen el carné de la patria y ni siquiera llega a un dólar”.
La presidente de la FCU de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET), Zuleika Meneses, denuncia que “mientras nuestros profesores ganan cuatro dólares mensuales, el Alto Mando Militar se enriquece a punta de corrupción”.
El presidente de la FCU UCV, David Sosa, dijo: “El dinero que se ha gastado para la compra de misiles pudo haber sido utilizado para la compra de respiradores para los pacientes de covid-19”.
En el caso de Terry Villanueva, quien es el presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Alejandro de Humboldt (UAH) y vocero de universidades privadas de la Confev, “hoy las armas de la república son utilizadas para intentar callar nuestras ideas”.
Enfatizó Luis Yaguarate, consejero universitario de la Universidad de Carabobo, que “cada año aumenta el presupuesto para armas y misiles y disminuye el de la educación”.
Jeremy Santa María, secretario general del Centro de Estudiantes de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG), aseguró que “los misiles iraníes tienen un solo blanco: el pueblo de Venezuela”.
Los jóvenes dirigentes estudiantiles, presidentes de Federaciones de diversas universidades del país, destacaron que “vemos cómo para la compra de misiles no hay ningún tipo sanción, pero para la compra de medicamentos, respiradores, alimentos e invertir en nuestro sistema eléctrico sí hay excusa tras excusa”.
Revelaron que “la beca de un estudiante universitario es de $0.5 y nuestros profesores ganan menos de $5. Hace pocas semanas se dio a conocer el presupuesto aprobado para su funcionamiento en el año 2021; para la Universidad Central de Venezuela fue del 2,27% de lo solicitado y para la Universidad Simón Bolívar apenas del 0,5%, contrario a eso el presupuesto para la defensa aumenta todos los años”.
Finalmente destacaron que “en plena pandemia y con una educación totalmente paralizada por el fracaso del Plan Universidad en Casa, la dictadura de Nicolás Maduro prefiere pagar armas para seguir imponiendo miedo en los venezolanos. Los misiles iraníes tienen un solo blanco: el pueblo de Venezuela”.. /Con información de Infobae