Samuel Paty tenía 47 años y era un profesor de Historia y Geografía muy cercano a sus alumnos. Fue decapitado en plena calle, el viernes por la tarde, cerca de la escuela donde trabajaba, en Conflans-Sainte-Honorine, una pequeña localidad de 35.000 habitantes ubicada a 30 kilómetros de París.
Quienes lo conocieron lo describen como una persona amable y muy apasionada por la docencia. En una clase sobre libertad de expresión, mostró a sus alumnos unas caricaturas del profeta Mahoma, hecho por el que fue asesinado por un joven de 18 años de origen checheno.
Entrevistado por el diario Le Parisien, un miembro de una asociación de padres de estudiantes recordó que la víctima “supo que fue amenazado de muerte en las redes sociales luego de su curso sobre libertad de expresión”.
Rodrigo Arenas, copresidente de la FCPE, la mayor asociación de padres de familia del país, dijo que recibió hace unos días un informe de “un padre extremadamente enfadado” después de que se mostrara una caricatura de Mahoma en clase.
El maestro habría, según Arenas, “invitado a los estudiantes musulmanes a salir del aula” antes de mostrar una caricatura del profeta agachado, con una estrella dibujada en sus nalgas, y la inscripción “nace una estrella”. El padre de un alumno que se encontraba en la clase explicó que el maestro no quiso escandalizar a algunos de los niños, pero la secuencia igual causó mucha controversia entre algunas familias.
Samuel Paty llevaba varios años dando clases de Historia en esa escuela. “Era muy discreto y benevolente, apreciado por los estudiantes y sus colegas”, recordó la madre de uno de sus alumnos en una crónica de Le Parisien. “Amaba su trabajo y respetaba a sus estudiantes. Pedir a los que podrían estar sorprendidos que salgan de la sala muestra un respeto extremo por las creencias de otros estudiantes. ¿Qué más podía hacer?”.
Otro padre, que deseó permanecer en el anonimato, lo describió como un profesor amable y respetado por los alumnos. “Mi hijo lo tuvo de maestro hace unos años y tiene muy buenos recuerdos de él”, dijo; y agregó: “Se dedicó a su trabajo y nunca hizo ningún comentario que fuera inapropiado o irrespetuoso con la religión”.
Una estudiante de 15 años recordó cuando estuvo en sus clases en el octavo grado de la escuela y contó que fue un profesor “agradable y normal”. “No entiendo cómo alguien pudo hacerle esto”, lamentó la adolescente.
Pero, por otro lado, una madre contó que sospechó rápidamente algo grave cuando el rumor de la muerte de un profesor comenzó a circular este viernes. “Inmediatamente imaginamos que era él”, dijo.
“Atentado islamista”
El crimen, calificado rápidamente de “atentado islamista” por las autoridades, conmocionó a Francia, que desde 2015 ha sufrido una serie de ataques yihadistas que han dejado más de 250 muertos.
Inmediatamente después del ataque, la policía intentó detener en la zona a un hombre armado con un cuchillo que los amenazó, lo cual hizo que los oficiales abrieran fuego y el agresor murió.
Su identidad fue confirmada este sábado. Tenía 18 años, había nacido en Rusia, pero era checheno y no tenía antecedentes penales, aunque sí había cometido algún delito menor. Los servicios de seguridad tampoco habían registrado una posible radicalización del sospechoso.
Hasta el momento se ha detenido a cuatro familiares del agresor (sus padres, su abuelo y su hermano menor de edad) y a otras cinco personas de su entorno. Entre ellas está el padre de un alumno del instituto en el que trabajaba la víctima con el que había tenido una discusión tras haber mostrado las caricaturas de Mahoma en una clase centrada en la libertad de expresión.
Tras el crimen, la fiscalía nacional antiterrorista abrió una investigación por “asesinato vinculado a una empresa terrorista” y “asociación criminal terrorista”.
“No pasarán”
El presidente Emmanuel Macron acudió inmediatamente al lugar del asesinato y pidió a “toda la nación” que se uniera en torno a los profesores para “protegerlos y defenderlos”. “No pasarán. El oscurantismo y la violencia que lo acompaña no ganarán”, dijo el mandatario.
Este sábado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, envió un mensaje de solidaridad en Twitter a todos los maestros “en Francia y en Europa”.
“Sin ellos, no hay ciudadanos, sin ellos no hay democracia”, dijo la responsable.
La policía está investigando también un mensaje que podría haber sido publicado en la red social Twitter por el agresor, mostrando una foto de la cabeza de la víctima. El autor también envía un mensaje a Macron tachándolo de “dirigente de los infieles” y dice quiso vengarse de la persona que “se atrevió a menospreciar a Mahoma”.
En enero de 2015, la redacción del semanario satírico francés Charlie Hebdo, que había publicado unas polémicas caricaturas de Mahoma, fue atacada por dos yihadistas y 12 personas murieron. El 13 noviembre de ese mismo año, París fue escenario de varios ataques yihadistas simultáneos que provocaron 130 muertos y 350 heridos.
“Los valores fundamentales de la República se ven afectados: primero la libertad de prensa con Charlie Hebdo y ahora la libertad de enseñar”, dijo el primer ministro francés, Jean Castex, citado por sus portavoces.
La agresión se produjo exactamente tres semanas después de un ataque con cuchillo perpetrado por un paquistaní de 25 años cerca de las antiguas oficinas de Charlie Hebdo, en el que dos personas resultaron heridas. El autor de ese ataque islamista había dicho a los investigadores que quiso vengar la redifusión de las caricaturas en septiembre por esta publicación.
El viernes, Charlie Hebdo expresó en Twitter su “horror e indignación después de que un profesor en el ejercicio de su profesión fuera asesinado por un fanático religioso”.
Este sábado por la mañana, varias rosas fueron depositadas a la entrada del centro educativo donde se cometió el crimen, situado en un vecindario tranquilo, según los habitantes. /Con información de Infobae