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Desde 2018 se inició el proceso de libre circulación de billetes en moneda extranjera en la economía venezolana. Esto como respuesta del mercado local a la hiperinflación y a la pérdida de valor del bolívar. Analistas señalan que este proceso escalará y llegará a las instituciones financieras.
La banca nacional se prepara. Afina detalles. Espera por que las autoridades permitan la compensación de divisas en el sistema financiero, lo que sumaría un paso más en la dolarización de facto que vive la economía venezolana ante la persistente hiperinflación y la caída en el poder de compra.
Hace más de dos meses que el sector espera que el Banco Central de Venezuela (BCV) convoque la reunión para evaluar el tema, que está en el aire.
Todavía no hemos tenido esas mesas de trabajo. Pero debe venir por ahí esa compensación de divisas”, dijo a El Diario una fuente bancaria que optó por reservar su identidad.
“Hoy en día los bancos tienen posiciones de captaciones en divisas que superan en más de 50% el total de sus depósitos. Las piezas en moneda extranjera superan también las piezas en la calle de nuestro cono monetario”, indicó.
De acuerdo con la data de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), al cierre de julio las captaciones totales del público se ubicaron en 359.220.928.977.440 bolívares, de los cuales 184.769.395.307.970 bolívares son colocaciones en moneda extranjera. Calculados a la tasa de cambio oficial de Bs. 258.364,81, del 31 de julio, equivalen a 715.149.231,46 dólares.
Poco más de 80% de esa cantidad corresponde al Convenio Cambiario N°20 (en dólares) y casi 20% al Convenio Cambiario N°1 o de libre convertibilidad (en euros y dólares).
“Las cuentas que no se pueden movilizar son las del CC20. Estas solo se pueden movilizar a través de bancos corresponsales porque el dinero se obtuvo a través de las subastas del BCV”, precisa la fuente, quien señala que muchos bancos le están dando movilidad hoy a las cuentas en divisas (CC1), pero dentro de la misma entidad financiera.
Al BCV, al Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) y al régimen, en general, le convienen la compensación en divisas “porque esto genera ingresos al BCV a través del encaje legal en divisas, el Seniat cobraría los tributos en divisas y para el gobierno es tremenda bomba de oxígeno para perpetuarse en el poder”, señala la fuente bancaria.
Un paso más
En términos económicos, se estaría formalizando un poco más la dolarización espontánea”, comenta para El Diario Giorgio Cunto, economista de Ecoanalítica y profesor universitario de Estadística.
La dolarización financiera es el siguiente paso a la dolarización transaccional, que desde el año pasado ha ido ganando espacio con el uso de divisas en las operaciones cotidianas del venezolano y que se ve reflejado en el pago de sus compras.
Esta nueva fase formaría parte de la dolarización parcial en la que está inmersa la economía desde septiembre de 2018, cuando el régimen de Nicolás Maduro flexibilizó el control de cambio después de 15 años de impuesto.
“La dolarización es la respuesta natural de las personas que buscan activos en los cuales refugiarse cuando la moneda de curso legal pierde valor”, señala Cunto. Añade que “el bolívar es una moneda de segunda categoría que se utiliza para completar el vuelto que no se puede dar en divisas”.
La gente trata de salir lo más rápido posible de los bolívares ante la vertiginosa caída del poder de compra.
Hasta ahora la laxitud de las autoridades en permitir el uso de divisas, sin mayores normas, ha hecho que una parte de las operaciones se haga a través de plataformas electrónicas o cuentas en el extranjero, con lo cual ese volumen no entra en el flujo económico venezolano.
El régimen no tiene control sobre la liquidez en moneda extranjera existente en el país y quizá sea la razón por la que evalúa la compensación de divisas. Esto permitiría a los cuentahabientes hacer transferencias de un banco a otro.
El dólar es la referencia efectiva de la economía y desde finales de 2019 algunos bancos iniciaron la custodia de divisas, ante el incremento del efectivo en la economía.
La Sudeban cifra en 2.923.194.369 bolívares –que, llevados a divisas al cambio oficial de cierre de julio son 11.314,21 dólares– el monto en fondos especiales en fideicomisos, según el Sistema de Mercado Cambiario de Libre Convertibilidad.
Bajo el nombre de fondos especiales en fideicomisos se engloban las cuentas custodias, cuyo dinero no entra en el balance de los bancos, ya que pertenecen a los clientes, precisa para El Diario, Benjamín Tripier, consultor gerencial en estrategia de negocios.
Indica el experto que “la custodia es más versátil, ya que el dueño de una cuenta custodia en dólares le puede ordenar a su banco que transfiera parte de ese dinero a la custodia de otro banco de un cliente, de una empresa, de un proveedor en otro banco. Esta no se registra ni como cuenta de orden, porque es como una caja de seguridad”.
Recuerda que no existe una normativa para compensar pagos o transferencias en divisas entre entidades bancarias. “No hay siquiera la posibilidad de llegar a un acuerdo entre dos bancos, en este momento no está ocurriendo. Por el momento lo que se está haciendo es pagar de una cuenta a otra, pero siempre dentro de la misma entidad financiera”, dice.
“El gobierno ha perdido la gobernabilidad del sistema económico del país y entre este asunto de permitir que las divisas fluyan cuando no hay un marco jurídico que lo apoye, es como riesgoso para todos”, observa Tripier.
El fantasma de un corralito
Para tener un mejor control al régimen le interesa que la mayor cantidad de gente tenga su dinero en dólares en depósitos y no en custodia.
La banca podría ser utilizada con otros fines. Tras incrementar los depósitos en moneda extranjera, Tripier advierte que las autoridades podrían decretar un corralito (restricción al libre manejo de los fondos colocados en la banca) como ocurrió en Argentina durante la administración de Fernando de la Rúa, en 2001. “Es la lógica de un gobierno intervencionista”, dice.
Explica Tripier que una medida como esa iría precedida de un anuncio oficial sobre la ilegalidad de tener divisas y luego el régimen decida entregar bolívares al tipo de cambio que escoja y en el momento que determine.
Bocanada de aire
La compensación de divisas daría un alivio a ciertas operaciones. Al autorizarse, el BCV percibiría ingresos por el encaje legal, que de acuerdo con la resolución 20-03-01 referida a las normas que regirán la constitución del encaje, publicada en la Gaceta Oficial 41.850 del 30 de marzo de 2020, “en el caso de las operaciones en moneda extranjera, las instituciones antes mencionadas, deberán mantener un encaje mínimo del treinta y uno por ciento (31%) del monto total de las Obligaciones Netas” (artículo 13).
Pero más allá del traspaso de fondos de un banco a otro, que se daría con la compensación de divisas, se espera una reforma del sistema financiero. Disminuido a su mínima expresión por una recesión económica de casi siete años y la decisión de las autoridades de prohibir en la práctica el otorgamiento de préstamos a manera de “medida antiinflacionaria”, al incrementar el encaje legal hasta 100%.
Hoy en día, la banca no está en condiciones de ofrecer créditos ni tasas de interés, comenta Cunto. “La banca no tiene permiso para hacer mucho en divisas más allá de los créditos indexados” (resoluciones del BCV de octubre de 2019 y marzo de 2020).
Además, esta etapa de la dolarización financiera permitiría al Seniat el cobro de impuestos en divisas. Ya existe el Decreto 3.719, publicado en la Gaceta Oficial Extraordinaria 6.420 del 28 de diciembre de 2018, que establece el cobro de tributos en divisas y criptomonedas. Queda aún pendiente la normativa que establezca las formalidades para declaración y pago en moneda extranjera. /AlbertoNews