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En dos de los tres audios difundidos se escucha supuestamente a Vizcarra conversar con sus asesores sobre la estrategia a seguir para, presuntamente, ocultar reuniones con el cantante Ricardo “Swing” Cisneros, aparente amigo del presidente que firmó numerosos contratos con el Ministerio de Cultura para asesorías y conferencias.
Perú entró en otra nueva y grave crisis política en plena pandemia tras divulgarse una serie de grabaciones en donde se escucha presuntamente al presidente de Perú, Martín Vizcarra, ocultar su vinculación con un oscuro y menor caso de corrupción, que ahora puede costarle la presidencia.
Las grabaciones fueron divulgadas en el Congreso por el parlamentario Edgar Alarcón, enemigo público de Vizcarra desde el 2017, cuando, como contralor de la República, denunció una polémica adenda para la construcción del nuevo aeropuerto de Cusco firmada por el actual mandatario cuando este era ministro de Transportes.
En dos de los tres audios difundidos se escucha supuestamente a Vizcarra conversar con sus asesores sobre la estrategia a seguir para, presuntamente, ocultar reuniones con el cantante Ricardo “Swing” Cisneros, aparente amigo del presidente que firmó numerosos contratos con el Ministerio de Cultura para asesorías y conferencias.
“Swing” habría cobrado hasta US$ 50,000 por ofrecer consultorías para las que no estaba capacitado.
Histriónico cantante
Desde que saltó a la luz el caso del histriónico “Swing”, Vizcarra aseguró que lo conoció durante la campaña electoral, donde amenizó varios mítines de la candidatura del expresidente Pedro Pablo Kuczynski, y que visitó dos veces el Palacio de Gobierno donde fue recibido por su secretaría y su asistente.
Sin embargo, en uno de los audios se entiende que las visitas de Swing al Palacio de Gobierno fueron hasta seis, de las que cuatro se ocultaron.
“En esta investigación estamos todos involucrados y la estrategia es para salir todos en conjunto”, dice Vizcarra, que asumió la Presidencia de Perú en marzo del 2018 después de la dimisión de Kuczynski.
Otro de los audios presenta una discusión entre Vizcarra y su asistente de despacho, Karem Roca, donde ésta le recrimina al presidente que le pida dimitir e inculparse tras haber permanecido cerca de una década al lado del mandatario, desde que este era gobernador regional de Moquegua, de donde también es “Swing”.
Asistente “traicionada”
La tercera grabación es aparentemente una charla entre Roca y el cantante donde ella asegura que el presidente lo ha traicionado y él cuenta que ha borrado el intercambio de mensajes que tenía con Vizcarra desde que él era embajador de Perú en Canadá.
“Él solo quiere salvarse él y quedar limpio y bien. Quieren comprar mi silencio, pero yo no le debo ni un sol a Vizcarra”, dice ella en el último audio.
Las grabaciones fueron difundidas después de que el presidente se negase a acudir a la comisión parlamentaria de Fiscalización que preside Alarcón y que investiga este caso, pero después de que éste aceptara responder por escrito un pliego de preguntas.
Roca, que aparentemente grabó ella misma las conversaciones, también se quejó en las grabaciones que el presidente no la respaldara por las mentiras hechas para protegerlo.
Si bien no se conoce aún la fuente de las grabaciones, Alarcón pidió, tras la presentación de las mismas, protección especial para la asistente presidencial, para “Swing” y para sí mismo.
El congresista Alarcón, famoso por sacar también a la luz otra serie de grabaciones clandestinas que obligaron a dimitir al exministro de Economía Alfredo Thorne por el caso del aeropuerto de Cusco, aseguró que en el parlamento solo ha presentado una parte de las dos horas y media de grabaciones de charlas de Vizcarra.
“La mentira tiene patas cortas, y la verdad, como la luz, siempre se impone a la mentira y la oscuridad”, dijo para presentar los audios Alarcón, que para llegar al Congreso se alió con el ultranacionalismo indigenista del encarcelado Antauro Humala, hermano del expresidente Ollanta Humala (2011-2016).
“Indignación es el sentimiento que me embarga. Son los audios que explican y sustentan la hipótesis del caso investigado. Hoy, como ayer, el destino me coloca en la terrible pero ineludible labor de descubrir la verdad”, añadió Alarcón.
El caso de Richard Swing, saltó a la luz en junio, cuando se descubrió que este cantante de dudoso gusto musical y profundo narcisismo había sido contratado por el Ministerio de Cultura en repetidas ocasiones desde que Vizcarra asumió la Presidencia de Perú.
En total fueron nueve contratos por valores que oscilan entre los S/ 7,000 (unos US$ 2,000) y los S/ 33,400 (unos US$ 9,500), siempre en el borde del umbral de la cantidad mínima exigida para convocar un concurso público.
Estas contrataciones se mantuvieron independientemente de los seis ministros que pasaron entre el 2018 y 2020 por la cartera de Cultura y fueron por conceptos tan vaporosos como una conferencia de “Liderazgo transformador sapiencial”.
“Con esta conferencia he dado un gran aporte a nuestra institución y a la humanidad”, escribió Swing en su informe para sustentar el pago recibido.
Hasta el momento no se ha pronunciado Vizcarra, que a primera hora de este jueves había tomado el juramento a su nuevo ministro del Interior, César Gentille, el tercero que ocupa esa cartera en menos de cinco meses.
El Congreso, atomizado en nueve partidos políticos y donde el Gobierno no tiene ninguna representación, ha convocado para la tarde una junta de portavoces para evaluar las acciones a emprender tras la difusión de las grabaciones clandestinas.
En caso de buscar la destitución del presidente como ya trató de hacer con Kuczynski antes de que dimitiese, el parlamento necesita 87 votos, lo que corresponde a dos tercios del hemiciclo.
Esta crisis llega cuando Perú es el primer país del mundo en mortalidad relativa por COVID-19 al acumular más de 30,000 fallecidos, lo que promedia 92 fallecidos por cada 100,000 habitantes.
También es el quinto país del mundo en casos confirmados al acumular más de 700,000 contagios, lo que tampoco ha sido un condicionante para que el Congreso promoviese el miércoles una moción de censura contra la ministra de Economía y Finanzas, María Antonieta Alva, por su gestión económica en la crisis del COVID-19. /Con información de Gestión