“Cuando llegamos al refugio varios de los migrantes querían jugar fútbol y dijeron que no podíamos, como se molestaron porque querían hacer deporte, entonces ellos dijeron que iban a llamar a otro organismo para que viniera a poner orden”.
Así fue el relato de uno de los migrantes que permanece en uno de los llamados PASI de San Cristóbal al contar los maltratos y torturas a los que fueron sometidos algunos de ellos.
“Entonces trajeron a las Faes y sacaron a los muchachos que querían jugar y le cayeron a palo, a uno le fracturaron dos costillas”, contó con indignación uno de los connacionales, declarando en exclusiva para Caraota Digital.
“Los dejaron morados, les rasparon el coco y los pusieron hacer mantenimiento por 7 días”, expresó nuestro informante que por temor a represalias pidió no ser identificado.
Relató que debía hacer limpieza en la sede de la Universidad Experimental de la Seguridad (UNES).
Narró que las jornadas de castigo eran desde las 5 de la mañana hasta las 11 de la noche.
También se quejan de alimentación, pues aseguran que es de pésima calidad.
Los migrantes consideran que desde que llegan son engañados porque les dicen que van a pasar una semana y luego los trasladan a sus estados de origen y aseguró que eso es falso pues tienen mes y medio en ese refugio. /Con información de CaraotaDigital