Un comerciante argentino y su amigo venezolano fueron asesinados en Caracas cuando se presumía que estaban por realizar una operación inmobiliaria y el primero llevaba consigo dólares. Las autoridades locales los identificaron como Manuel Humberto Sánchez Sánchez, de 63 años; y José Accicone, de 67, y de nacionalidad argentina.
Los restos de ambas personas fueron encontrados con disparos dentro de un auto Mazda, color plateado, matrícula GCR181, que se encontraba estacionado debajo del Distribuidor La Araña, autopista Francisco Fajardo. El Distribuidor es una de las infraestructuras viales más importantes de la capital de Venezuela, ubicada en el Municipio Libertador.
De acuerdo a lo que informó el periódico local El Nacional, Sánchez Sánchez, padre de tres hijos, trabajó 30 años en el Registro IV, ubicado en la avenida Urdaneta, y en la actualidad era gestor de bienes raíces.
El diario citado reconstruyó que, a comienzos de este año, se encargó de realizar los trámites para la venta de una quinta ubicada en la Alta Florida, urbanización situada en la Parroquia El Recreo del Municipio Libertador, al este de Caracas.
El comprador de la casa era su amigo, el argentino José Accicone, quien se desempeñaba como comerciante: vendía sillas de oficina en un local de la avenida Victoria. Los medios locales informaron que no tenía familia en Venezuela.
En diálogo con algunos medios, los familiares de Sánchez Sánchez descartaron que el gestor de bienes raíces haya tenido problemas con delincuentes y afirman que se trató de un hecho fortuito.
El Carabobeño dio detalles de cómo fue el asesinato de los dos amigos. El portal publicó que cuando el Mazda transitaba por la calle Andalucía, fue interceptado por un auto Honda Civic, plateado, desde el cual dispararon a las víctimas.
El lunes, uno de sus hijos llamó a Sánchez, le respondió un funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de Venezuela (Cicpc) y le dio la fatal noticia.
Otro dato que se supo con el correr de las horas es que del lugar del crimen desaparecieron el teléfono celular del argentino y el interruptor de encendido del vehículo Mazda.
Los investigadores manejan la hipótesis de que los asesinos perseguían al comerciante argentino bajo la sospecha de que tenía dólares. Esa plata iba a estar destinada a la compra de la casa. /Con información en Infobae