El experimentado periodista Nelson Bocaranda advierte que hay angustia en el chavismo, a pesar de que sus voceros se muestran sólidos en el poder, y señala que cada día más informantes se comunican con él para mostrar su preocupación por lo que ocurre puertas adentro de la coalición que ha gobernado Venezuela durante dos décadas.
En 2012, su cuenta de Twitter se convirtió en una referencia para conocer el estado de salud del fallecido presidente Hugo Chávez frente a la manipulación oficial. Un año después, fue señalado por la Fiscalía General de la República de ser autor intelectual de la violencia desatada tras la proclamación de Nicolás Maduro como presidente, pero la acusación no pasó de allí. En 2018, las autoridades le anularon su pasaporte cuando se disponía a viajar en familia.
Pese a los amedrentamientos, Nelson Bocaranda continúa en Caracas y afirma que se mantendrá en Venezuela, pues “la pelea hay que darla adentro”. Desde su columna Runrunes, sigue revelando lo que sus fuentes dentro del poder le informan y, basándose en ello, dice tener fe en un cambio político, “a pesar del pesimismo que nos embarga”.
-Desde su experiencia, con 58 años trabajando como periodista, ¿qué lectura les da a estas dos últimas semanas? Desde la Operación Gedeón, la discusión por los buques iraníes, la escasez de gasolina,… ¿quién se está imponiendo frente a la opinión pública?, ¿Gobierno u oposición?
-El chavismo tiene el control de absolutamente todo y posee una maldad natural, por eso van ganando la partida. Hacen lo que les da la gana. No dan respuestas. Están muy preocupados y nerviosos, porque están demostrando su ineficiencia. Esto los ha sobrepasado. Nuestro drama no es por las sanciones, es por la corrupción de ellos. Han sembrado el miedo y creo que este mismo drama de la gasolina los está ayudando a que no salga la gente. Sin embargo, la salida del aire de DirecTV ha provocado muchísimo más malestar popular que quizás otras medidas. Esto ha sido una puntilla demasiado dura para que el Gobierno pueda soportarla con tranquilidad. Lo que han implementado es la represión, porque no quieren que se conozca nada.
-Y ese panorama de confinamiento, ¿podría ser un escenario idóneo para que el Gobierno llame a elecciones al final de año?
-Todos queremos una salida pacífica y electoral, pero el régimen está negado a entregar las instancias democráticas que nos robaron. Ojalá se pudiera llegar a un acuerdo para la designación de un Consejo Nacional Electoral, pero cuando ves todas las manipulaciones que hacen para controlar a la gente, esto se pone cuesta arriba. Hay que empujar la carreta para lograr una solución democrática. No sé hasta dónde el Gobierno esté dispuesto a seguir violando derechos.
-Ellos pueden montar lo que sea, pero ya el mundo entero ha rechazado estas vagabunderías. No creo que vaya a pasar como en las presidenciales de 2018. Debemos empujar hacia una solución democrática y de consenso. Sufrimos un problema que es la división opositora, cada quien tiene un plan, un anhelo, un deseo de ocupar posiciones y deben entender que no pueden poner los intereses personales por delante de los del país. /Con información en La Patilla