La pandemia no solo ha puesto a prueba los sistemas de salud a escala global, sino también las economías.
Y aunque todos los países sufrirán, el impacto dependerá de las características propias de cada nación, reseñó BBC Mundo.
Venezuela tenía “en coma” su economía por más de seis años y se anexó la crisis del COVID-19 a un precario sistema de salud público.
La economista Nora Lustig asegura que el país caribeño es “por muchas razones” uno de los peor parados para enfrentar la debacle económica tras la propagación del virus procedente de China.
La industria petrolera venezolana se estima que supone más del 90% de sus exportaciones, de sus ingresos en divisas.
Pero la dramática caída de la demanda energética ocasionada por el coronavirus ha afectado fuertemente los precios del petróleo.
El West Texas Intermediate (WTI), petróleo estadounidense de referencia, llegó a cotizarse recientemente en negativo por primera vez en la historia.
Además del drama que añade el desplome de los precios del petróleo, la economía venezolana acumula años de contracción. /Caraota Digital