La cuarentena ordenada por el régimen de Nicolás Maduro cerró las posibilidades de acceso a la banca nacional y al dinero en efectivo
El régimen de Maduro recomendó a través de las redes sociales que los adultos mayores el uso de los canales electrónicos de la banca, como medida de prevención al contagio del Corona Vuris en agencias bancarias. Esta acción no fue recibida con agrado por pensionados y por grupos de la sociedad civil que trabajan con adultos mayores.
Para el profesor Edgar Silva, coordinador del Comité de DDHH para la defensa de los pensionados, jubilados, adultos mayores y personas con discapacidad, “nuestros retirados que no posean tarjetas de débito, cuenta electrónica, teléfono inteligente o computadora van a estar muy castigados. Es cierto que la pensión miserable que venían recibiendo para comprar uno o dos productos de la cesta básica alcanza para muy poco, pero muchos resolvían algo cobrando en las taquillas bancarias una porción en efectivo. Esta cuarentena bancaria está mal diseñada”.
Añadió que “buena parte de nuestros abuelos están solos en el país debido a la enorme diáspora de casi cinco millones de venezolanos; ahora están más desprotegidos qué nunca”.
Dijo que el grupo que representa organizará protestas en redes sociales para “concientizar al gobierno de Maduro de la aplicación de proyectos que permitan garantizar que esté grupo tenga acceso a los servicios públicos y a la salud”.
Los grandes perdedores
Por su parte, Luis Francisco Cabezas, director de la ong Covite, que trabaja con adultos mayores, explicó a Infobae que en Venezuela hay unos 3,800.000 de pensionados, “y de esa cifra hay más de 700.000 quienes no tienen tarjeta de débito que les permita pagar en puntos de venta. Hemos recaudado denuncias en todo el país que en los bancos públicos ya no se está emitiendo dinero plástico, lo cual representa una dificultad adicional en estos tiempos de cuarentena”.
Añadió que “el acceso a la tecnología tampoco es fácil para los venezolanos y mucho menos lo es para un adulto mayor. Los teléfonos inteligentes y las computadoras son muy costosas y es un peligro manejar un teléfono en la calle, si el jubilado tiene la suerte de contar con un dispositivo que le permita hacer pagos móviles o transferencias bancarias”.
Dijo Cabezas a este medio digital que “el gobierno no se ha ocupado de hacer campañas de educación financiera entre los jubilados y los más vulnerables quienes deberían familiarizarse con el uso de dispositivos móviles para hacer pagos o incluso para el uso de las tarjetas de débitos en los comercios. Hay muchos mitos en cuanto a los cobros de comisiones y pagos excesivos con tarjetas y eso forma parte de las informaciones que deben proporcionarse”.
Un tercer punto se relaciona con el acceso al efectivo. El director de la ONG Convite señala que “los pensionados no cobran todo en efectivo, pero con lo poco que sacan de los bancos pueden hacer compras de alimentos más baratas. Recordemos que en Venezuela hay tres tipos de precios: los que marca el dólar, el del punto de venta y el efectivo en bolívares. En este caso, los grandes perdedores son nuestros adultos mayores”.
Para el sociólogo Edison Arciniega, director ejecutivo de la ong Ciudadanía en Acción, “el tema de la prestación eficiente y responsable de los servicios públicos en Venezuela es el primer problema que deben afrontar los venezolanos quienes quieran acceder a la banca electrónica en estos momentos de cierre de operaciones de los bancos en medio de la cuarentena”.
Explicó a Infobae que “la volatilidad en los servicios de electricidad e internet ponen muy cuesta arriba el pago de una pensión de sólo 3,4 dólares al mes a los pensionados, lo que representa el 5,4% de la población venezolana. Esto hay que gerenciarlo y resolverlo para que no se sume a las penurias cotidianas del venezolano y más en este momento de cuarentena”. /Infobae