El avión Boeing 737-800 NG de Ukraine International Airlines, estrellado este miércoles cerca de Teherán, trasladaba a 176 personas. El director de la Organización de Emergencias de Irán, Pir Hosein Kolivand, confirmó a la agencia local Fars que todas ellas perecieron.
El presidente de la compañía, Evgeny Dykhne, señaló este miércoles en una rueda de prensa recogida por los medios internacionales que el aparato siniestrado era “uno de los mejores” aviones de la aerolínea y que “las posibilidades de que la tripulación cometiera un error son mínimas” cuando el avión había alcanzado una altura de 2.400 metros en el momento del accidente.
Además, el directivo destacó que el avión había sido revisado el pasado lunes y que la tripulación que operaba el vuelo era un “equipo excelente y solvente”. la aeronave había sido entregada a la aerolínea en 2016.
El accidente se produjo poco después de despegar del aeropuerto internacional Imán Khomeini en Teherán.
La Embajada ucraniana en Teherán indicó en un comunicado que “según la información preliminar, el avión se estrelló debido a un fallo en el motor por razones técnicas”. “La teoría de un ataque terrorista o un ataque con cohete están descartadas ahora mismo”, agregó, según informó la agencia ucraniana Ukrinform, cuando en un primer momento había dado otra versión.
Por su parte, Boeing emitió un comunicado en el que lamentó lo ocurrido y señaló que sus pensamientos “están con la tripulación, los pasajeros y sus familias”. El fabricante estadounidense indicó que están en contacto con la aerolínea y que la apoyan en este momento, además de asegurar que están listos para ayudar en todo lo que sea necesario.
La versión iraní
La Organización de Mitigación y Gestión de Desastres de Irán afirmó que, según sus primeras evaluaciones, el accidente derivó de un problema técnico, más precisamente de un incendio en uno de los motores.
Estos comentarios se produjeron luego de que se especulara con que el avión pudo haber sido derribado por un misil perdido después de los ataques iraníes contra bases estadounidenses en Irak.
Un medio de comunicación estatal iraní citó a un funcionario de la Organización de Aviación Civil de Irán diciendo que los pilotos “no declararon una emergencia”, mientras que un video aficionado supuestamente del avión afectado mostró una imagen brillante descendiendo abruptamente antes de tocar el suelo. Otras autoridades no siguieron a Irán al señalar un incendio o un problema técnico.
Otra versión inquietante comenzó a circular. De acuerdo a imágenes publicadas por agencias internacionales, parte de los restos del Boeing 737 presentaría extraños orificios que podrían ser de disparos de cañones antiaéreos. Un ataque de tal calibre sería imposible de repeler por un avión comercial de esa envergadura, pudiendo provocar la rotura del timón y la consecuente pérdida de control por parte del capitán de la nave.
Lo que también llamó la atención fue la marcha atrás de autoridades ucranianas, que se desdijeron dos veces. En un principio responsabilizaron del estallido a un ataque terrorista, después afirmaron que tal ataque no se produjo y posteriormente anunciaron que investigarán lo ocurrido.
Cuando se les preguntó en una sesión informativa en Kiev si el avión podría haber sido derribado por un misil, el primer ministro de Ucrania, Oleksiy Honcharuk, advirtió contra la especulación hasta que se conozcan los resultados de la investigación.
Por su parte, el jefe de la Autoridad de Aviación Civil iraní, Ali Abedzadeh, dijo que Irán no entregará la caja negra del avión ucraniano a la compañía Boeing, que produce el avión, ni a EEUU. “No entregaremos las cajas negras al fabricante (Boeing) ni a los estadounidenses”, afirmó Abedzadeh, citado por la agencia de noticias Mehr. Y agregó: “Todavía no está claro a qué país irá la caja negra para la investigación”. /Infobae